La confianza de los consumidores estadounidenses subió por primera vez este año en marzo, mientras que la alta inflación y las probables consecuencias económicas de la guerra en Ucrania siguen siendo las principales preocupaciones de los estadounidenses, dijo este martes el grupo de investigación Conference Board.
"La confianza del consumidor subió ligeramente en marzo, tras los descensos de febrero y enero", dijo la directora senior de Indicadores Económicos del Conference Board, Lynn Franco.
Y agregó: "Las expectativas (para la economía), por otra parte, se debilitaron aún más con los consumidores citando como factores el aumento de los precios, especialmente en la bomba de gasolina, y la guerra en Ucrania. Mientras tanto, las intenciones de compra de artículos de gran valor, como los automóviles, se han suavizado un poco en los últimos meses, ya que las expectativas de los tipos de interés han aumentado".
En una encuesta realizada entre el 1 y el 23 de marzo, The Conference Board situó su Índice de Confianza del Consumidor en 107,2, frente a los 105,7 de febrero.
El aumento de la confianza de los consumidores podría aliviar a los responsables de la política económica, afectados por el espectacular aumento de la inflación desde el año pasado.
La inflación estadounidense, medida por el Índice de Precios al Consumo (IPC), creció un siete por ciento en 2021 y un 7,9 por ciento en el año anterior a febrero, ambos a su mayor ritmo en cuatro décadas.
La expansión del IPC supera el crecimiento económico, que fue del 5,7 por ciento el año pasado y se prevé que sea del 2,8 por ciento este año.
Los responsables políticos de la Reserva Federal sólo toleran una inflación del dos por ciento en un año y han prometido devolver la inflación a su objetivo con una serie de subidas hasta 2023.
"La confianza de los consumidores sigue apoyada por el fuerte crecimiento del empleo y, por tanto, se ha mantenido notablemente bien a pesar de las incertidumbres geopolíticas y de las expectativas de que la inflación en los próximos 12 meses alcance el 7,9 por ciento, un máximo histórico", dijo Franco.
También añadió: "Sin embargo, se espera que estos vientos en contra (geopolíticos y de inflación) persistan a corto plazo y puedan mermar la confianza, así como enfriar aún más el gasto en los próximos meses".
El viernes, la Universidad de Michigan señaló en su propia encuesta sobre el sentimiento de los consumidores que los estadounidenses parecían más preocupados por la inflación ahora que durante las dos peores recesiones de EE. UU. en la década de 1980 y en 2008.
Con información de Sputnik