Europa puede enfrentarse a la crisis alimentaria y desindustrialización debido a las acciones occidentales, declaró el presidente ruso, Vladímir Putin.
"Para Europa eso (la posible renuncia a los productos energéticos rusos) significa una desindustrialización masiva y la perdida de puestos de trabajo en el trasfondo del aumento de los precios a los alimentos, petróleo, electricidad, servicios comunales, así como una drástica caída del nivel de vida de los ciudadanos", dijo en una reunión sobre el desarrollo de transporte aéreo e industria aeronáutica.
Putin alertó que "tras la crisis alimentaria seguirá una nueva e inevitable ola migratoria, principalmente hacia los países europeos".
Subrayó que las acciones antirrusas de los políticos de Occidente llevan a la destrucción de las redes logísticas y de producción.
Además, denunció, provocan "un aumento de la inflación global y un agravamiento de la desigualdad, una reducción del bienestar de millones de personas y en los países pobres ... la tragedia de una hambruna masiva".
Subrayó que "es el precio que los dirigentes occidentales proponen pagar a la gente por sus ambiciones y cortedad de miras tanto en política como en economía".
El 23 de marzo pasado Putin anunció que los países a los que Moscú considera "hostiles", entre ellos los 27 miembros de la Unión Europea (UE), tendrán que pagar en rublos por el gas y pidió al Banco Central y al Gabinete de Ministros determinar en una semana el procedimiento para realizar esas transacciones.
La iniciativa se presentó después de que esos países impusieran numerosas sanciones individuales y sectoriales a Rusia en respuesta a su operación militar en Ucrania.
El líder ruso recalcó que su país seguiría cumpliendo con sus contratos a rajatabla, con los volúmenes y los precios establecidos.
El Grupo de los Siete (G7: Estados Unidos, Japón, Alemania, Gran Bretaña, Francia, Italia y Canadá) rechaza la demanda rusa de pagar los recursos energéticos en rublos, y cree que se trata de un incumplimiento unilateral de los contratos. La comisaria europea de Energía, Kadri Simson, comunicó que el Ejecutivo de la UE también rechazó la iniciativa de Moscú.
Con información de Sputnik