Herbert Mujica Rojas
De poco sirvieron las interminables visitas de altos funcionarios de la concesionaria del Aeropuerto Jorge Chávez, la empresa Lima Airport Partners (LAP); menos la visita del embajador de Alemania a los directivos del MTC o las apariciones rentadas de voceros periodísticos acostumbrados a vender sus servicios contra el progreso del Perú en los medios de comunicación, LAP expresó en su comunicado del 1 de los corrientes:
“En ese sentido, y tras la decisión de la DGAC y el MTC de operar con un solo terminal, LAP respetará dicha postura reiterando su compromiso de seguir construyendo un nuevo aeropuerto que generará más oportunidades para todas y todos los peruanos.”
¿Qué afirmó de manera categórica la DGAC (Dirección General de Aeronáutica Civil) en carta enviada al gerente general de LAP?:
“Me dirijo a usted con relación al documento de la referencia, mediante el cual, su representada presenta el Expediente de Diseño Conceptual del Nuevo Terminal de Pasajeros del Aeropuerto Internacional Jorge Chávez, en el marco del numeral 5.1.8 del Acta de Acuerdos de fecha 29-4-2022 suscrita entre la DGPPT en representación del MTC y su representada.
Al respecto, en concordancia con lo recomendado por la Dirección de Regulación, Promoción y Desarrollo en el Informe No. 360-2022-MTC/12.08 y por los fundamentos ahí expuestos, esta Dirección General ha decidido no aprobar el Expediente de Diseño Conceptual del Nuevo Terminal de Pasajeros del Aeropuerto Internacional Jorge Chávez.”
¿Se les terminan las influencias a LAP?
No lo creo. Pero en este tema puntual del terminal único o de dos terminales, se concluyó imponiendo la opinión técnica de segundas instancias del MTC (DGAC) y del OSITRÁN (GSF y GAJ) por sobre los conciliábulos del ministro y consejo directivo, respectivamente. Instancias políticas y poco patrióticas, que en vez de velar por los intereses nacionales, tal parece que protegían a los del concesionario.
LAP viene escapándose desde el año 11 de la concesión (2001) de construir una segunda pista, segunda torre de control y un terminal único con capacidad para más de 30 millones de personas.
Pues bien, avanzó con los dos primeros; pero el terminal, pretendió dividirlo en dos, bajo un concepto inadecuado y obsoleto en estas infraestructuras, pues dificulta el traslado y conexiones de pasajeros.
Es más, al margen de lo que dispone la normatividad, se suscribió una simple acta de compromiso, y no una adenda, que es lo que corresponde.
Esta “dejadez” de nuestras autoridades no tuvo en cuenta además, el interés nacional de ser un verdadero hub en esta parte de América, ya que si bien tenemos muelles que pueden recibir buques de gran calado (pospanamá), para los operadores internacionales el no contar con un aeropuerto internacional era desalentador, desde el punto de vista del transporte multimodal.
Esto se pudo evitar con la presión mediática y con la difusión del informe de orientación de oficio de Contraloría, respecto a los perjuicios que este ilegal cambio representaba.
Diario Uno puede exhibir, desde largos años atrás un historial de publicaciones de denuncia respecto de irregularidades pasadas por alto por las autoridades peruanas tanto en el MTC como en OSITRAN, mismas circunstancias que siempre favorecieron las argumentaciones del concesionario Lima Airport Partners, los artículos de César Lévano, Raúl Wiener y los de Herbert Mujica Rojas, son testimonio valiente de un acendrado patriotismo jamás arriado en las circunstancias de persecución judicial más hostiles desatadas por LAP.
03.07.2022