Desde octubre del 2023, tal cual informamos sin, hasta la fecha, ninguna refutación, la II pista y la torre de control, permanecen inoperativas. ¿Entregó, con bombos y platillos en abril (2023), la concesionaria del Aeropuerto Jorge Chávez, Lima Airport Partners, LAP, infraestructura deficiente, fallada, inadecuada, al Perú?
Probablemente la promesa de la II pista, torre de control, un nuevo aeropuerto, ofrecida por la concesionaria LAP, sea la de mayor duración en la historia de la aeronáutica mundial: más de 20 años. A esta altura todos los pretextos de la responsable suenan huecos e inexplicables.
A los récord Guinness les falta este registro, ya no como hub de América Latina o fantasías de ese calibre, sino como el más demorón, caro y burocrático.
Es imposible que LAP alegue excusas. Gestionó, durante dos décadas, ante claudicantes ministerios de Transportes y Ositran, las 7 adendas a su favor y que conviven con el contrato de concesión. Ha hecho del AIJCH (Aeropuerto Internacional Jorge Chávez) un estado dentro de otro estado y ganan dinero en sus lucrativas operaciones.
En México, el cuerpo de ingenieros del Ejército de ese país, construyó en ¡3-4 años un aeropuerto con tres pistas, el doble de tamaño que el Jorge Chávez y a un costo económico para los bolsillos populares que sufragaron esa tremenda obra!
Una torre de control y una II pista no tienen la dimensión de un aeropuerto. ¿O alguien dice lo contrario?
128 vuelos fueron cancelados o reprogramados el último domingo en al AIJCH, miles de personas se quedaron sin llegar o sin salir hacia sus destinos. Un corto circuito anuló las luces de las pistas poniendo en serio riesgo las operaciones que fueron paralizadas.
Hemos publicado en los últimos meses de serias, demasiado graves, deficiencias en el funcionamiento de Corpac y esta entidad tiene que dar explicaciones (que no las tiene) respecto de su muy mediocre comportamiento institucional.
¿Y qué hay de la DGAC (Dirección General de Aeronáutica Civil) y la auditoría extraordinaria a que fue sometida por la FAA (Federal Aviation Administration) de Estados Unidos que encontró fallas flagrantes y que habría dado un plazo de seis meses para superarlas? ¿Y el MTC no dice, esta boca es mía?
El asunto no es para tomarlo en broma. El Perú puede ser rebajado en su terminal aéreo más importante a una categoría inferior, lo que entorpecería el tráfico aéreo de ida y vuelta hacia los Estados Unidos y sus múltiples destinos. La ineptitud de la DGAC es más que manifiesta. Su titular, Donald Castillo, contrató a muchos ex oficiales de la FAP para cargos en que se necesita especialización técnica del más alto nivel.
Volvamos al tema delicado que significa que a Perú le entregaron gato por liebre. La presidenta Dina Boluarte estuvo presente en abril del 2023 ante la presentación oficial de las infraestructuras que LAP anunció con rimbombancia.
Eso fue en el mes 4. En el mes 10, como se ha dicho innumerables veces, la torre de control y la segunda pista (con 650 metros menos), simplemente no están operativas.
Cuando el domingo fallaron las luces de la actual única pista del Jorge Chávez, ¿no habría sido lógico, macizo, natural, el uso de la pista nueva? Pero ¡no! ¡Esa vía está inoperativa! ¿Qué cosa presentó LAP, una pista con menos capacidad, una torre de control con lunas que deformaban las imágenes? ¿Cómo se llama a esta acción?
Pero el MTC, Ositran (irónicamente encargada del fiel cumplimiento del contrato de concesión), Corpac y la DGAC guardan silencio extraño en todos los idiomas posibles.
¿Sabe alguien si Lima Airport Partners pagó el seguro contra terrorismo de US$ 200 millones? Ellos mismos aseguraron que el incumplimiento de dicha obligación, constituía causal de rescisión del contrato de concesión.
¿Y sobre la materia, aeronáutica civil y comercial, los clubes políticos que acaban de comprender qué ocurre cuando son deficientes los terminales aéreos, qué dicen?
¿No es hora de un escrutinio al milímetro de qué significó la entrega por parte de LAP de infraestructura que a los pocos meses ya no funcionan?
Ante el mundo Perú y su aeropuerto más importante quedan con un grado de pésimo manejo y gestión impresionante.
Un resumen muy ligero nos da como resultados negativos: no hay II pista, no hay torre de control nueva, no hay planes de contingencia, podríamos recibir sanción de la FAA norteamericana y hasta de repente nos restringen el ingreso hacia Estados Unidos.
04-06-2024
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Señal de Alerta
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