Considera que es un duro golpe para los bolsillos de miles de peruanos

Adex rechaza incremento de tarifas eléctricas

En momentos en que se analiza de qué manera se debe contrarrestar los efectos negativos de la crisis financiera estadounidense en la economía nacional, la Asociación de Exportadores (ADEX) rechazó el incremento, desde hoy, de las tarifas eléctricas tanto para usuarios residenciales como para los industriales, toda vez que resulta impertinente y poco saludable que en pleno apogeo de un problema mundial se tomen decisiones en perjuicio de miles de peruanos.


El presidente del gremio exportador, José Luis Silva Martinot, calificó como “imprudente” esa decisión pues no solo afectará a las empresas, sino a los más pobres del país. “No se puede calificar de otra manera esta noticia, este incremento tarifario se produce justo cuando nos esforzamos por reducir la inflación y cuando todas las unidades productivas buscan aprovechar todos los medios para ser más competitivos en un contexto económico mundial muy sombrío”, dijo.

De mal en peor

A modo de ejemplo, el líder exportador sostuvo que tal como señala la Ley de Murphy, “cuando algo puede salir mal, saldrá mal”, y, al parecer, en el caso del Perú y en vista de las iniciativas que van en detrimento del sector exportador, se debe añadir que “si algo va a salir mal, saldrá mal, y en el peor momento”.

A pesar que el titular del Ministerio de Energía y Minas (MEM), Juan Valdivia ha salido al frente para señalar que el incremento anunciado corresponde a la revisión tarifaria que se realiza cada tres meses, José Luis Silva añadió que lo postulado por la Ley de Murphy cobra más fuerza cuando no existe planificación ni previsión en las decisiones que se toman, aunque el MEM haya descartado que el incremento refleje una falta de previsión o improvisación por parte de su sector.

“Nada puede ser más absurdo que haberse embarcado en un proceso de cambio de la matriz energética con la idea de aprovechar una fuente de energía más barata y frenarlo bruscamente porque el propio proceso habría elaborado su destrucción. Sobre todo porque la raíz del problema es un error de cálculo respecto a la capacidad de conducción de gas que tiene el gaseoducto, lo cual ha generado una situación de desabastecimiento y el uso de fuentes de energía más cara como el diesel”, afirmó.

Respecto a la explicación esgrimida por el titular del MEM, en razón de que éste incremento se debe a la variación internacional de precios de maquinarias para la construcción de plantas térmicas e hidráulicas, del petróleo y a las últimas compras de energía por parte de las empresas distribuidoras mediante subastas, el líder exportador refutó tales argumentos.

“Como estarán de descoordinadas las acciones en el sector que el alza de las tarifas eléctricas —atribuida al incremento de costos del petróleo y a la mayor demanda de energía— se realiza cuando los precios del petróleo empiezan a bajar y cuando, es probable, que la crisis financiera internacional provoque una reducción del ritmo de crecimiento de la economía peruana, bajando así la demanda por energía”, subrayó.

Para evitar que los errores en el sector eléctrico se susciten con mayor frecuencia y gravedad, el presidente de ADEX indicó que desde el gremio que encabeza insistirán en la propuesta de estrechar y coordinar esfuerzos entre los sectores público y privado para caminar con un Plan de Desarrollo Energético que impida que un posible desabastecimiento de energía pare en seco el crecimiento exportador.

“Un corolario de la Ley de Murphy dice que ‘si una persona tiene una forma de cometer un error, lo hará’, y  con la solicitud de un Plan de Desarrollo Energético es lo que precisamente queremos evitar, por eso insistimos en empezar a trabajar en dicha propuesta”, concluyó.

A tener en cuenta

Las tarifas por suministro eléctrico para los usuarios residenciales subieron en 5,7%, mientras que en el sector industrial, el alza fue de 8% en promedio. En el sector metalmecánica subió en 4,1%; en el textil en 8%; en el pesquero en 7,2%; en el hotelero en 7,9%; en el sector plástico en 7,7%; en el químico en 7,9%; en pintura en 7,6%, en el ladrillero en 6,8%; en el papelero en 8% y, en fideos en 8%.