Escribe: Gonzalo Bulnes, político e historiador chileno

Confiesan el “fusilamiento inhumano de soldados peruanos acorralados en la Plaza de la Iglesia de Arica”.

Testimonio del político chileno Gonzalo Bulnes, sobrino del presidente Aníbal Pinto, sobre la masacre cometida en Arica por los invasores sureños desde el 7 de junio de 1880.

Ver documento aquí.

Se ha imputado al ejército chileno una crueldad inhumana, haciéndola extensiva a los jefes, suponiendo que la matanza del fuerte “Ciudadela” y el de los jefes del Morro obedeció a una consigna u orden del día de no hacer prisioneros. Lo que allí ocurrió es imputable únicamente al carácter desordenado del ataque y a la excitación de la dinamita. Pero si esto tiene explicación, no la tiene para la historia imparcial el fusilamiento inhumano de algunos soldados peruanos acorralados en la plazoleta de la iglesia de Arica, pertenecientes a aquella tropa del “Iquique” y del “Tarapacá” que no alcanzó a subir al Morro y que se encerró en ese local. Nunca se ha sabido quien dio semejante orden o si los soldados procedieron por impulso propio, enfurecidos como estaban por el estallido de las minas.

Fuente: Bulnes, Gonzalo. 1914. Guerra del Pacífico. De Tarapacá a Lima. Valparaíso: Sociedad Imprenta y Litografía Universo, página 387.

Ver documento aquí.

 

Artículo relacionado

Barbarie chilena en Arica