Por: Juan Carlos Flórez Granda Juan Carlos Herrera Tello
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"Nunca reclames nada para que no se crea que mi deber tiene precio"
Durante varios años hemos venido leyendo y tomado como cierta una carta dramática, llena de sentencias y con un valor a lo épico que conmueve y nos enrostra la soledad de un soldado en medio de su desgracia ante una defensa imposible, y lo único que le queda a él y sus hombres era solo cumplir con su deber.
La misiva atribuida a Francisco Bolognesi, fechada el 22 de mayo de 1880, parece estar dirigida a elevar a los militares de esa época en contra de la fracasada clase dirigente que nos llevó a la guerra y que pudiendo evitarla, la buscó, tal vez como salida a la situación económica que se vivía en el momento.
Como quiera que el primer presidente civil, Manuel Pardo, fuera el que aceptó firmar el tratado de Alianza Defensiva con Bolivia en 1873, y luego la presidencia constitucional de Mariano Ignacio Prado fuera la administración que “fugara” del poder, por los resultados de la guerra; y Piérola se constituye en el “asaltante” que con su conducta también fracasó, por lo tanto como resultado de estos hechos se pretende así demostrar como una tragedia inevitable que los “civiles” serían los responsables de la derrota.
Leamos y analicemos la carta:
“Arica 22 de Mayo de 1880
Adorada María Josefa,
Esta será seguramente una de las últimas noticias que te lleguen de mí, porque cada día que pasa vemos que se acerca el peligro y que la amenaza de rendición o aniquilamiento por el enemigo superior a las fuerzas peruanas, son latentes y determinantes. Los días y las horas pasan y las oímos como golpes de campana trágica que se esparcen sobre este peñasco de la ciudadela militar engrandecida con un puñado de patriotas que tienen su plazo contado y su decisión de pelear sin desmayo en el combate, para no defraudar al Perú.
¿Qué será de ti, amada esposa, tú que me acompañaste con amor y santidad? ¿Qué será de nuestra hija y de su marido, que no podré ver ni sentir en el hogar común? Dios va a decidir este drama en que los políticos que fugaron y los que asaltaron el poder, tienen la misma responsabilidad. Unos y otros han dictado con su incapacidad, la sentencia que nos aplicará el enemigo. Nunca reclames nada, para que no se crea que mi deber tiene precio. Besos para ti y Margarita. Abrazos a …...
Francisco Bolognesi…”
Haciendo un análisis imparcial y específicamente histórico encontramos los siguientes puntos en controversia:
1.- La fecha. En el siglo XIX por lo general se utilizaba el sistema lugar, mes, día, año pero en esta carta encontramos un fechado contemporáneo. Es decir, Lugar, día, mes y año.
2.- Tipo de letra. Al ser una carta personal, el tipo de escritura con la firma es totalmente distinta y por las líneas finales, muy forzadas para no llegar a obstruir la visibilidad de la firma. Esto hace suponer que se escribió sobre un papel en blanco que se encontraba ya firmado por Bolognesi. (Foto 1) o quizás una firma realizada con pantógrafo. Por lo general las cartas oficiales las escribían los amanuenses y el interesado solo colocaba su rúbrica. Las cartas personales, por su mismo carácter, eran redactadas por el interesado y más si era algo muy íntimo. Es por ello que llama la atención el distinto tipo de letra de la carta en mención, en comparación con otras misivas que se conoce redactadas por Bolognesi.
3.- Tenor de la carta. Para el 22 de mayo no se pensaba en una derrota del ejército aliado en Tacna y el ánimo estaba al tope. Lo demuestran, por ejemplo, cartas en fechas similares. Podemos citar en el mismo día una de Bolognesi dirigida a Domingo Lecaros:
“…Aquí se trabaja mucho, no temo al enemigo cualquiera sea su número, y aun en caso de un contraste en nuestro ejército, el enemigo allará aquí su tumba…” [ii]. Pero el héroe peruano estaba separado hacía muchos años de su esposa y tuvo otro compromiso con la señora Manuela Medrano Silva, con quien tuvo 4 hijos, de los cuales solo le sobrevivió Federico. Cesar murió en 1874; mientras que Enrique y Augusto murieron heroicamente a consecuencia de sus heridas en la defensa de Lima.
¿Se puede creer entonces que Bolognesi haya escrito: “Qué será de ti, amada esposa, tú que me acompañaste con amor y santidad”? Realmente huelgan los comentarios. Por otro lado Federico Bolognesi hijo mayor del héroe con la Sra. Manuela Medrano (es decir con su segundo compromiso) nació en el año de 1861. Mientras que la única hija casada de Bolognesi era Margarita, quien contrajo nupcias el 23 de diciembre de 1863 con el conocido músico Melitón Cáceres Anadón. Entonces ¿Cómo se puede explicar que Bolognesi pueda haber escrito “¿Qué será de nuestra hija y de su marido, que no podré ver ni sentir en el hogar común?”, que como vemos él, en el momento del matrimonio de su hija ya estaba separado de su esposa?
Pero es más grave la sentencia que se dicta en la carta, donde Bolognesi propone: “Nunca reclames nada, para que no se crea que mi deber tiene precio”. Para demostrar la falta de toda connotación histórica de la carta, en especial sobre este párrafo, transcribimos la carta enviada por María Josefa de la Fuente y Rivero al entonces Jefe Supremo Nicolás de Piérola, la cual se encuentra en el archivo “Piérola” ubicado hoy en los repositorios de la Biblioteca Nacional:
“Arequipa, Octubre 29 de 1880.
Exmo. Sr. Don Nicolás de Piérola
Lima
Muy señor mío:
Hace tiempo que por conducto de esta Prefectura marchó el expediente que he organizado para que V.E. expida a mi favor la cédula de montepío que me corresponde como viuda de mi esposo el Coronel Bolognesi. Hasta el presente no ha resuelto nada V.E. en este asunto y supongo sea la causa la multitud de asuntos que demandan su atención en la crítica situación por que atraviesa nuestra querida patria.
Suplico a V.E., cuando se lo permita el tiempo, que atienda a mi solicitud decretando lo que estime de justicia.
El Doctor Hipólito Sánchez íntimo amigo de mi difunto esposo y mío se ha dirigido a V.E. recomendándole este asunto y V.E. se ha dignado contestarle satisfactoriamente, lo cual agradezco a V.E.
También mi esposo ha vendido al gobierno unos cañones cuya cantidad no se le ha abonado y no se a que ascienda; espero de V.E. me ilustre en esta cuestión para hacer el reclamo consiguiente y cuya suma corresponde a mis hijas.
Agradeciendo anticipadamente a V.E. el servicio que me va ha hacer y suplicándole me dispense la molestia que le causo soy de U.
Su atenta y segura servidora
Josefa R. viuda de Bolognesi[iv], publicado en el 2013. Todos estos textos no consignan en ninguna de sus páginas la misiva que estudiamos.
Pero la carta sí la encontramos a manera de anexo en el texto de Juan del Campo Rodríguez “Batallas Legendarias del Perú y el Mundo” (pág. 218)[vi], editada en el año 2007 con ocasión de los 127 años de la inmolación del héroe, que le da validez, incluso publicando una reproducción de esta, que, como ya habíamos dicho, pareciera que se le atribuye connotaciones de valores militares, haciendo ver la decadencia de los civiles quienes fueron los que permitieron la derrota.
Son pues, en este tipo de publicaciones, algunas de ellas de indudable seriedad por sus autores, donde la carta fue siempre transcrita, y no se ha cotejado su veracidad y menos se ha publicado el original. En el Museo de los Combatientes del Morro de Arica, hay una copia escaneada y ampliada, y colocada dentro de un cuadro en pan de oro, donde se aprecia que ha sido copiada de un original.
Después de mucho buscar, encontramos que Luis Humberto Delgado Coloma fue el primero que da a conocer esta carta siendo la fecha de publicación el año de 1963 en un pequeño libro hoy casi desaparecido y tomado a menos, titulado “Drama del Perú”[viii] y luego da inicio a transcribirla.
Pero hay algo más que añade Delgado en una nota al pie de página, explicando los motivos de su “descubrimiento” y haciendo un intento de “justificar” su hallazgo nos dice:
“Siguiendo lo indicado por Bolognesi, su esposa nunca reclamó el montepío, ni recibió ningún premio del Perú. Su abnegación la llevó a vivir tres años después en la indigencia, y cuando entonces su hija reclamó al Estado, el Gobierno contestó al Congreso que no se explicaba la razón por la cual no se reclamó el montepío que estaba expedito para los deudos del héroe. Y esto, que parece una ironía, es sencillamente una lección que eleva más alto la memoria del defensor de Arica.- N. del A”[x], (sobre esta carta atribuida a Gálvez, el Congresista Víctor Andrés García Belaunde demostró su falsedad en un riguroso artículo publicado en la Revista N° 31 del Archivo General de la Nación – mayo de 2016) y después en otro libro a fines de ese mismo año, “descubre” también cartas en el mismo archivo, de personajes históricos donde le proponen a Mariano Ignacio Prado a que este viaje a comprar armas en plena guerra con Chile[xii], demostró su falsedad por la incongruencia que había en lugares, fechas y personajes, todo ello con la finalidad de elevar y justificar la figura de Mariano Ignacio Prado. Es curioso encontrar en todas estas cartas publicadas por Delgado el sistema de fecha actual. Es decir lugar, día, mes y año, y la caligrafía es similar en todas esas cartas.
Por otro lado es muy extraño que la carta de María Josefa de la Fuente que se encuentra en el archivo Piérola de la Biblioteca Nacional no se haya tomado en cuenta por los estudiosos de la historia y se encuentre olvidada, teniendo en consideración que el archivo Piérola inicialmente fue a parar a manos del historiador Rubén Vargas Ugarte, muy cercano a Luís Humberto Delgado.
En 1967, Vargas Ugarte en su texto “Guerra con Chile – La Campaña del Sur”La carta de Delgado dice:
“su decisión de pelear sin desmayo”
La carta facsimilar dice.
“su decisión de pelear sin desmayos”
- La carta de Delgado dice:
“que no podré ver ni sentir”
La carta facsimilar dice:
“que no podrán ver ni sentir”
- La carta de Delgado dice
“han dictado con su incapacidad, la sentencia”
La carta facsimilar dice:
“han dictado con su incapaz conducta, la sentencia”
- La carta de Delgado dice:
“para que no se crea”
La carta facsimilar dice
“para que no crean”
- La carta de Delgado dice
“que mi deber tiene precio”
La carta facsimilar dice
“que mi deber tuvo precio”
Es obvio que el descubridor de esta “carta demoledora”, tuvo a la vista cualquier otro ejemplar menos el que se encuentra reproducido en el Museo de los Combatientes del Morro de Arica. Tampoco reprodujo Delgado la parte final de la foto ampliada que hoy conocemos que termina así: “Abrazos a Melvin” y finaliza: “A los parientes y amigos que tenemos, muchos recuerdos”.
Creemos necesario conocer en primer lugar si existe un original de esta carta, y si este existe debe ser mostrada al público y establecer su autenticidad con una pericia caligráfica. No es dable que un recinto histórico como lo es el Museo de los Combatientes del Morro de Arica, lugar donde nació Francisco Bolognesi, se contemple un documento apócrifo que mella su honor y el de su esposa.
Los acontecimientos históricos han ocurrido en un determinado espacio y tiempo, estos son como son y no como nos hubiera gustado que culminen. La verdad siempre se abre paso, no obstante el tiempo transcurrido. Lo mejor sería eliminar del imaginario esta carta que degrada a todos aquellos que investigan historia, al menos hasta que se establezca 100% su veracidad, y peor aún de aquellos que, sabiendo la falsedad de los escritos, permiten con su silencio que algo así siga y permanezca como una certeza para supuestamente engrandecer al Coronel Francisco Bolognesi.
Francisco Bolognesi Cervantes, decidió quedarse y combatir hasta el final y de ello da cuenta la misma contra parte chilena cuando Juan de la Cruz Salvo no logró su cometido de convencer a los oficiales peruanos de rendir la plaza. Un Consejo de Guerra frente al oficial chileno muestra la decisión de todos de pelear hasta el sacrificio, y todos esos hombres aquel 7 de junio de 1880 nos dieron una lección de coraje y valor, que ha quedado para siempre atesorada en la memoria y honra del Perú.
Bolognesi y sus oficiales, no necesitan de misivas apócrifas para resaltar su valor, y para ello debemos de honrarlos guardando su memoria con solo decir únicamente lo que ocurrió, sin fantasear, sin engañar o en este caso en especial, sin falsificar documentos. Nuestros héroes del 7 de junio de 1880 siempre estarán presentes porque su legado es imborrable.
[ii] Bolognesi. Ministerio de Defensa, Ejército del Perú, Telefónica.
[iv] Historia Marítima del Perú. Melitón Carvajal Pareja. Tomo XI Vol. III. Año 2013. Editorial, Instituto de Estudios histórico – Marítimos del Perú.
[vi] “La Respuesta de Bolognesi” 5 de junio de 1880. Folleto editado por la Comisión Permanente de Historia del Ejército del Perú.
[viii] Drama del Perú. Luis Humberto Delgado. Ariel Editores, 1963. Pág.28
[x] Guerra entre el Perú y España - 1866: de la historia del General Mariano Ignacio Prado: con documentos originales e inéditos. Ariel Editores 1965
[xii] La Guerra con Chile (1980). Tomo VII de la Historia del Perú. Editor Juan Mejía Baca.