En el diario limeño El Comercio del 28 de mayo de este año, con el título “Hambre avisada...”, se lee en su editorial:
La situación la ha analizado a profundidad la revista británica “The Economist”, que hace unos días publicó una edición –cuya portada ha sido muy comentada en nuestro país– en la que describe los estragos que la coyuntura global tendrá en las mesas de todos, principalmente por el papel que las materias primas ucranianas y rusas tienen en las líneas de producción de alimentos. Estos países proveen el 28% del trigo que se comercializa en todo el mundo, así como el 29% de la cebada, el 15% del maíz y el 75% del aceite de girasol. A esto, se añade el hecho de que Rusia es un importante exportador de gas natural, uno de los ingredientes claves en la producción de fertilizantes basados en nitrógeno.
Comentario
1) En el contexto del párrafo, la locución adverbial debe ser en profundidad, no “a profundidad”. El sustantivo profundidad se emplea con la preposición a cuando se habla de dimensión: a 100 metros de profundidad, a gran profundidad.
2) Las intercalaciones se escriben con raya: — y no con guión: -.
3) En la frase: “…los ingredientes claves…” se emplea en plural el sustantivo en aposición clave para referirse a “ingredientes”; como es sustantivo (en aposición) y no adjetivo, no se debe emplear el plural claves, sino el singular clave, como corresponde a un sustantivo en aposición (ejemplos: pez martillo-peces martillo, plan piloto-planes piloto, etc.).
Los autores debieron escribir:
La situación la ha analizado en profundidad la revista británica “The Economist”, que hace unos días publicó una edición —cuya portada ha sido muy comentada en nuestro país— en la que describe los estragos que la coyuntura global tendrá en las mesas de todos, principalmente por el papel que las materias primas ucranianas y rusas tienen en las líneas de producción de alimentos. Estos países proveen el 28% del trigo que se comercializa en todo el mundo, así como el 29% de la cebada, el 15% del maíz y el 75% del aceite de girasol. A esto, se añade el hecho de que Rusia es un importante exportador de gas natural, uno de los ingredientes clave en la producción de fertilizantes basados en nitrógeno.