Las autoridades de Costa Rica se concentran hoy en una evaluación más profunda de los daños en infraestructuras provocados por el sismo de magnitud 7,6 en la escala de Richter que se produjo este miércoles en la costa del Pacífico y que hasta el momento ha tenido más de 500 réplicas.

La presidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla, iniciará en las próximas horas un recorrido por Nicoya, provincia de Guanacaste, zona del epicentro, y anunció que las labores de evaluación se concentrarán en detectar daños en escuelas, colegios, hospitales y clínicas.

Marco Jiménez, alcalde de Nicoya, dijo a medios locales que en la zona hay unas 100 viviendas dañadas, pero no se contabilizaron muertos ni heridos.

Por su parte, la Comisión Nacional de Emergencias afirmó en un comunicado que "la infraestructura nacional resistió a un evento de esta magnitud" y destacó que esto se debe al código sísmico creado en 1974 y que establece una serie de reglas para todas las construcciones.

Hay algunos tramos de carreteras con agrietamientos y derrumbes, pero ninguna vía de importancia nacional o puente principal sufrieron daños.

Una de las estructuras que sufrió más daños es una iglesia de la época colonial ubicada en Nicoya que necesitará algún tipo de restauración.

El último recuento del Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (Ovsicori) indica que desde el temblor de 7,6 grados, ocurrido a las 08.42 hora local del ayer (14.42 GMT) con epicentro en la península de Nicoya, se han registrado más de 500 réplicas.

La mayoría de estos sismos no ha sido percibida por la población cercana al epicentro, aunque sí fueron despertados esta madrugada con un movimiento de magnitud 5,1, la réplica de mayor fuerza que se ha presentado hasta el momento.

La presidenta Chinchilla dijo que por el momento no es posible determinar a cuánto ascienden las pérdidas económicas por el sismo y destacó el comportamiento de la gente durante el temblor, que evacuó ordenadamente edificios, escuelas, colegios y hospitales.

El de ayer fue el segundo temblor más fuerte en la historia de Costa Rica, sólo superado por el de magnitud 7,7 ocurrido en 1991 en la provincia de Limón, en la costa del Caribe, que causó la muerte de 48 personas.

La única víctima que se puede asociar al temblor del miércoles es una mujer de 55 años que falleció a causa de un infarto, aunque las autoridades enfatizan en que no hay víctimas directas del sismo.

Terra, 06-09-2012