Unas 200 mil personas salieron a las calles de la capital yemení de Saná para exigir el enjuiciamiento del derrocado dictador Ali Abdullah Saleh y los miembros de su círculo íntimo, a quienes resposabilizan por el asesinato de manifestantes durante la Revolución que lo expulsó del poder después de 33 años de Gobierno.
Los yemeníes marcharon por la ciudad rechazando la amnistía otorgada al exdictador y pidiendo sea revocada. También lo acusan de obstaculizar el proceso de transición que vive el país.
"Mantener la inmunidad es animar a Saleh y sus seguidores a continuar con el sabotaje petrolero y de la red eléctrica, así como también sería apoyar el terrorismo", declaró una pancarta llevada por los manifestantes.
Los manifestantes corearon consignas como "Saleh debe ser juzgado”, “cero inmunidad para los asesinos", “Ali eres la fuente de los crímenes”, entre otras.
“El número de manifestantes ha excedido los 200 mil”, resaltó el comité que organizó la movilización, considerada la más multitudinaria desde que el exdictador se viera obligado a dimitir de su cargo .
Miles de mujeres también participaron en la marcha, separadas de los hombres, la mayoría de los cuales eran seguidores del partido Al Islah, el brazo político de los Hermanos Musulmanes yemeníes que forma parte del Gobierno de coalición que administra la denominada transición política hasta la celebración de elecciones en 2014.
Saleh formalmente renunció y entregó el poder al entonces vicepresidente Abdrabuh Mansur Hadi, en febrero de 2012. Su dimisión se hizo efectiva una vez se firmó un acuerdo de transición política que le otorgaba inmunidad a él, así como a sus allegados.
A pesar de su renuncia, los yemeníes lo acusan de seguir alimentando sus ambiciones políticas y algunos de sus detractores afirman que atiza la inestabilidad en el país.
Desde enero de 2011, los ciudadanos yemeníes se manifiestan, casi a diario, para exigir la reestructuración política del país, la destitución de todos aquellos miembros del gobierno que estén relacionados con el depuesto Ali Abdolá Saleh y para condenar la injerencia extranjera en los asuntos internos de su país.
La protesta tuvo lugar un poco después de la explosión de un coche bomba que tenía como objetivo el ministro de Defensa, Mohammed Nasser Ahmed, quien finalmente sobrevivió al ataque con heridas graves, aunque otras 12 personas, incluyendo sus guardaespaldas, fueron asesinados.
El atentado con coche bomba se produjo a 200 metros de la sede del Consejo de Ministros, según fuentes policiales y militares citadas por la agencia AFP.
El atentado no fue reivindicado. Sin embargo, es la segunda vez en tres meses que el ministro de Defensa, nombrado por Saleh y ratificado por su sucesor, escapa a un ataque.
TeleSur, 12-09-2012