La BUAV, organización líder en protección animal con sede en el Reino Unido, ha llevado a cabo una nueva investigación sobre el tráfico ilegal de monos nocturnos (Aotus spp.) en Perú y Colombia, revelando la manera cruel de las capturar de animales silvestres, y la destrucción de sus hábitats.

Los monos nocturnos son utilizados para la experimentación en malaria por la Fundación Instituto de Inmunología de Colombia (FIDIC), en Colombia. Nuestra investigación sigue de cerca la decisión del Tribunal Administrativo de Cundinamarca que revocó el permiso de la FIDIC, debido a la naturaleza no sostenible del comercio de esta especie.

La BUAV ha trabajado de la mano con la primatóloga Dra. Angela Maldonado, Directora Científica de la Fundación Entropika – una organización que busca la protección de la fauna silvestre de la Amazonia, y que actualmente usa a los monos nocturnos como especie bandera – y el abogado ambiental Gabriel Venegas, que ha trabajado en este tema por muchos años y ha sometido evidencia ante el Tribunal.

Los monos nocturnos son primates nocturnos ampliamente distribuidos en los bosques de Centro y Sur América. Los monos nocturnos amazónicos (Aotus vociferans) y el mono nocturno Nancy Ma’s (A. nancymaae), del área tri-fronteriza entre Brasil-Colombia-Perú, han sido capturados para ser utilizados en la investigación en malaria.

Los investigadores de la BUAV visitaron varias comunidades dedicadas a la captura de estos monos en Perú y Colombia para recolectar evidencia. Los cazadores intentaron extraer a los monos nocturnos de sus nidos, asustando a los individuos fuera de los árboles, gritando y golpeando los troncos de los árboles con machetes. Si este método no funcionaba, los cazadores cortaban los árboles donde estaban ubicados los nidos de los monos. Este método de captura trae riesgos que lastiman a los animales, ya que estos caen de los árboles y son manipulados inapropiadamente por los cazadores. Los investigadores de BUAV vieron a los cazadores capturar animales estresados, balanceándolos de sus colas para agarrarlos.

Los investigadores de BUAV fueron informados que después de la captura, los animales son confinados en pequeñas cajas de madera hasta por diez días antes de ser transportados en bote desde las comunidades locales hasta el laboratorio. Además del sufrimiento causado a los animales por este tráfico, la captura de monos nocturnos también causa daños ambientales debido a la deforestación. La captura también pude ser peligrosa para los indígenas que se suben a los árboles sin equipos.

Adicionalmente, la BUAV recogió información que revela que los monos nocturnos de Perú han sido transportados y exportados al laboratorio en Colombia, a pesar de que Perú prohibió la exportación de primates en 1974. Todas las especies de monos nocturnos están incluidas en CITES (Convención Internacional para el Tráfico de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres) Apéndice II, que regula todo el comercio internacional. Esto quiere decir que ambos países, al ser miembros de CITES, están obligados a reportar cualquier tráfico internacional de estas especies. Ningún tráfico de monos nocturnos peruanos entre Perú y Colombia ha sido reportado por ninguno de los dos países. [1] [2]

El 5 de julio de 2012, la Juez Claudia Elizabeth Lozzi Moreno del Tribunal Administrativo de Cundinamarca dictó sentencia en primera instancia en contra de la FIDIC, el Ministerio de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible de Colombia, y la Corporación para el Desarrollo Sostenible del Sur de la Amazonia – CORPOAMAZONIA. La decisión de la corte es el primer paso para detener el tráfico ilegal de monos nocturnos, que además viola las normas de comercio  internacional.

Seguidamente, la FIDIC ha sometido una apelación en contra de la decisión del Tribunal.

El video de la BUAV y las entrevistas con colectores objetan las afirmaciones de que no existe deforestación asociada con las capturas de los primates, ni conocimiento de que los monos nocturnos son colectados en Perú y transportados a Colombia. La BUAV ha documentado la destrucción de los árboles causada por las capturas. Esta deforestación se ha llevado a cabo bajo permisos legales otorgados por la autoridad ambiental regional de Colombia (CORPOAMAZONIA).

Sarah Kite, Directora de Proyectos Especiales de BUAV dice: “Nuestra investigación revela no sólo la cruel naturaleza con la que estos monos nocturnos han sido sacados de sus nidos y familias, sino también la destrucción que las capturas causan al bosque que es también el hogar para otras especies. Instamos a que las autoridades colombianas y peruanas de CITES y a los gobiernos a poner fin a este tráfico cruel y concentrar sus esfuerzos en preservar su rica y diversa fauna silvestre.”

Ángela Maldonado, Directora Científica de la Fundación Entropika dice: “Existe un tráfico animal de muchos años, que es ilegal y de gran escala en la región, lo cual está en contradicción con los tratados que Colombia ha ratificado. Para desviar la atención de los asuntos claves en cuestión, las autoridades indígenas locales han sido persuadidas de que la lucha global contra la malaria será desastrosamente frenada por esta decisión, causando un sinnúmero de muertes innecesarias y sufrimiento humano.

Estamos bajo una gran presión para abandonar el caso. Sin embargo nuestra intención es perseverar.”

[1] http://www.cites.org/eng/resources/trade.shtml

[2] http://www.int-res.com/articles/esr2009/9/n009p143.pdf