El Tribunal del Distrito de Haifa dictaminó que Rachel Corrie, la activista norteamericana propalestina murió víctima de su propia negligencia, por tanto la demanda de 300 mil dólares presentada por sus padres fue rechazada.

Corrie murió en 2003 en la Franja Gaza frente a una máquina excavadora del Ejército de Defensa de Israel (Tzáhal), que estaba llevando a cabo una operación militar. La topadora estaba limpiando el terreno junto a la frontera con Rafiah para impedir que los terroristas palestinos plantaran cargas explosivas y construyeran túneles para ingresar armas de contrabando desde Egipto.

Corrie, una estudiante universitaria de 24 años, había viajado a Gaza como miembro del grupo autodenominado Movimiento de Solidaridad Internacional. Se trata de una organización radical que insta a los jóvenes norteamericanos y europeos a servir como “escudos humanos” en las hostilidades que se desarrollan entre los combatientes israelíes y palestinos.

La Corte, al igual que numerosas investigaciones israelíes, determinó que el conductor de la excavadora no pudo ver a Corrie desde la cabina del vehículo y que su muerte no fue intencional.

Corrie junto con otros activistas desoyeron los llamados de los megáfonos, las bombas de estruendo y los gases lacrimógenos lanzados por el ejército para que abandonaran la zona.

Los conductores de las máquinas excavadoras son protegidos contra el fuego de los francotiradores por una especie jaula o aparejo que le limita notablemente la visibilidad. A veces son guiados por operadores exteriores, que aquella vez por razones operativas de seguridad no estaban presentes.
 
La investigación judicial indicó que la máquina excavadora se desplazaba a un kilómetro por hora, en el momento del accidente.
 
Pero por sobre todo, Corrie ingresó intencionalmente en una “zona de guerra”, y se subió a un montículo de barro creyendo que el maquinista la estaba viendo. No murió atropellada por la pala de la topadora sino por los escombros y el barro que le cayeron encima.
 
El “Corredor Filadelfi”, como se conoce el lugar, era antes de la retirada de Gaza, un sitio de enfrentamiento diario, incluyendo el disparo de francotiradores palestinos, fuego de misiles y la detonación de cargas explosivas improvisadas contra las fuerzas de Tzáhal. Además se reportaron numerosos intentos de secuestro de soldados y solamente las unidades de combatientes servían en la zona.
 
La demanda interpuesta por los padres de la víctima fue rechazada. No obstante, los padres de Corrie afirmaron que apelarán ante la Corte Suprema de Justicia, y se dice que tal vez, luego, ante los tribunales internacionales de justicia.
 
La embajada y el Departamento de Estado de Estados Unidos aseguraron que asesorará a los progenitores de la víctima en el nuevo proceso judicial que emprenderán.

Aurora, Tel Aviv 29-08-2012

 

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