Con la finalidad de atenuar su mala fama de país ladrón y asesino de civiles, Chile ha mendigado para que se le considere miembro no permanente del Consejo de Seguridad (CS) de las Naciones Unidas, del 1.o de enero de 2014 hasta el 31 de diciembre de 2015, precisamente a tiempo para las maniobras dilatorias que el país enemigo del Perú podría hacer para no acatar un posible fallo de la Corte Internacional de Justicia favorable a nuestro país.
Pese a que hasta la fecha las fuerzas militares de Chile ocupan cuatro hectáreas de nuestro territorio tacneño y los 36 000 km2 de mar correspondiente y que mantienen a Bolivia en condición de país mediterráneo, el afán de defender sus robos y asesinatos lleva a Chile a superar la vergüenza y colarse en el CS de las Naciones Unidas.
Sería interesante que la diplomacia peruana, que no se opuso al nombramiento de Chile ladrón, explique a la opinión pública qué va a pasar cuando desde su posición en el CS los degolladores de peruanos se nieguen a acatar un fallo de la Corte Internacional de Justicia favorable al Perú.
He allí la responsabilidad de los corruptos y vendepatrias políticos y diplomáticos peruanos quienes dejan que los ladrones chilenos tengan acceso a un puesto que les permitará por lo menos neutralizar cualquier posible queja del Perú cuando los rateros se nieguen a salir rápido de nuestro territorio tacneño.
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