Una corte italiana condenó hoy a seis años de cárcel a seis científicos y un funcionario gubernamental por negligencia al no advertir sobre el sismo de 6.3 grados Richter que en 2009 azotó a la ciudad de L’Aquila, región de Abrzzo, donde murieron más de 300 personas.
Los siete sentenciados pertenecen a la Comisión Nacional para el Pronóstico y Prevención de Riesgos Importantes y son culpados de negligencia y mala práctica en su evaluación del peligro de un sismo y su deber de mantener a la ciudad informada de los riesgos.
El veredicto ya causa rechazo en la comunidad científica en el mundo, incluyendo a la American Geophysical Union, que ha señalado que el riesgo de un litigio puede disuadir a los científicos de asesorar a los gobiernos o incluso de trabajar en la evaluación de riesgos sísmicos.
El sismo de Abruzzo, además de los muertos, causó más de mil heridos y una gran destrucción en la ciudad, que no estaba construida para soportar sismos. Se estima en 10 mil millones de euros los daños causados en la región a causa del sismo.
Los sismólogos de todo el mundo insisten en que es imposible predecir terremotos y que ni siquiera un temblor ha sido posible predecir nunca.
El año pasado unos 5,200 investigadores internacionales firmaron una petición en respaldo a sus colegas italianos y la Sociedad Sismológica de América escribió al Presidente de Italia manifestando su preocupación sobre lo que calificó de un ataque legal sin precedentes a la ciencia.
La sentencia
La sentencia se centra en un memorando tras una reunión de la Comisión para los Riesgos Grandes, el 31 de marzo de 2009, que manifestaba preocupación sobre los meses de actividad sísmica en la región, donde los expertos concluyeron que era “improbable” que haya un sismo fuerte, aunque añadió que no podría descartarse.
No obstante, antes del desastre de 2009, Boschi advirtió que Italia podría sufrir un sismo fuerte, pero que no sabía cuándo, alega el abogado de los sismólogos.
Los científicos que cuestionan la sentencia subrayan que en sismología nunca hay certeza y una frecuencia de sismos leves no se proyecta que puede desencadenar en un fuerte sismo, pero que en ello no hay certeza.
Muchas de las contribuciones valiosas, desde la medicina hasta la física o radiobiología surgieron del pensamiento que buscaba una respuesta, antes que de la certeza, advierten los científicos de otros países que cuestionan la condena a sus colegas italianos.