Por  Alfredo Palacios Dongo

fragata libertad argentina

El buque escuela a vela argentino, la fragata de la Armada República Argentina (ARA) “Libertad”, ha surcado los mares del mundo desde hace 50 años habiendo formado más de 11,000 marinos en sus 42 viajes de instrucción, arribando a unos 400 puertos, e inclusive, en 1966 batió el record mundial de velocidad (10 nudos promedio) en navegación a vela en el Atlántico Norte (2,058 millas en 8 días y 12 horas).

Esta fragata zarpó el 2 de junio pasado del puerto Buenos Aires con 285 tripulantes (más 36 guardiamarinas, oficiales y cadetes invitados de Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay, Perú, Sudáfrica, Uruguay y Venezuela) para cumplir su 43° viaje de instrucción, pero el 2 de octubre, después de 4 meses de navegación y 11 puertos visitados —de 17 programados— comenzó su drama al arribar al puerto de Tema, en la costa atlántica de Ghana, donde fue retenida por el Tribunal Superior de la capital estatal Accra, por una orden judicial solicitada por el fondo NML Capital Ltd. debido a una deuda de bonos soberanos trasandinos de US$ 284 millones que entraron en mora en 2001. Actualmente Argentina tendría más de US$ 11,000 millones de bonos en default a tasa de interés flotante, emitidos a partir del Plan Brady durante la década de los 90.
 
Según el Derecho Internacional los buques de guerra o embajadas son considerados territorio o prolongación ficticia del país al cual pertenezcan, y en el caso de la “Libertad” le correspondía inmunidad y extraterritorialidad de la jurisdicción y poder coercitivo de Ghana; sin embargo, los bonos soberanos emitidos por Argentina tienen una cláusula explicita de renuncia del gobierno a oponer la defensa de inmunidad soberana, la cual no excluye a los buques de guerra ni comerciales. Argentina acudió a la ONU recién 18 días después la retención, donde solo le ofrecieron sus “buenos oficios”, pero no la solución del problema.
   
Bajo este panorama, la retención de la fragata “Libertad” en Ghana, que ocasionó la renuncia del Jefe de la Armada, habría ocurrido por una mala planificación del itinerario por parte del Ministerio de Defensa con el fin de priorizar el acercamiento argentino con países africanos, sin haber considerado esta latente posibilidad que había sido tomada en cuenta en años anteriores. La situación del buque escuela argentino, símbolo naval y nacional, podría prolongarse indefinidamente. Actualmente cuenta con mínima dotación de resguardo (comandante y 43 tripulantes), y el resto del personal y marinos de países invitados fueron evacuados y ya retornaron vía aérea a Argentina.

Expreso, Lima 27-10-2012