La rara noticia de la dimisión del general David Petraeus del cargo de director de la CIA, citando como motivo su infidelidad, recién se entiende mejor tras revelarse que el escándalo surgió por la investigación realizada por el FBI de una amenaza de su concubina a otra mujer.
La mujer involucrada en el escándalo de infidelidad es Paula Broadwell, biógrafa del general, quien escribió un libro sobre él.
El incidente se hizo público cuando el FBI rastreó la amenaza y acoso contra una mujer de Florida perpetrados por Broadwell. Grande fue la sorpresa del FBI cuando los correos amenazantes llegaron hasta el general Petraeus.
Tras interrogar al general se comprobó que en realidad era Broadwell, quien había utilizado la cuenta gmail del general para amenazar a la mujer, con lo cual el caso tomó ribetes fantásticos, pues alguien usaba a su antojo el correo electrónico nada menos que del director de la poderosa CIA.
Una persona cercana a la familia Petraeus reveló, según la cadena ABC, que la amenazada es Jill Kelley, una amiga de la familia desde hacía varios años. Kelley recurrió al FBI tras recibir varios correos electrónicos amenazantes desde el correo de David Petraeus. Las investigaciones revelaron la relación de Petraeus con su biógrafa.
Por este escándalo, demócratas y republicanos acudieron a los programas de la televisión estadounidense exigiendo explicaciones sobre la razón por la cual el FBI tardó hasta mediados de la semana pasada para informar sobre la investigación.
Los parlamentarios piden conocer cuándo el FBI descubrió la relación ilícita entre Petraeus y Broadwell, cuándo avisaron a Petraeus de la investigación, si hubo riesgo para la seguridad nacional y, sobre todo, por qué ocultaron el hecho al Congreso.
ABC asegura que Petraeus y Broadwell comenzaron su relación en agosto de 2011, después de que el general dejó su puesto como jefe de las fuerzas de la OTAN en Afganistán para ponerse al frente de la CIA, en sustitución de Leon Panetta.
Colegas de Broadwell, casada y con dos hijos, la describen como una mujer inescrupulosa, que evidenciaba su afán de utilizar a Petraeus y convertirse en su concubina para escalar en el trabajo. "Causaba vergüenza y se mostraba demasiada melosa" al hablar de Petraeus, dijeron.
Broadwell tuvo un inusual acceso a Petraeus durante el año que pasaron juntos en Afganistán, lo cual causó sospechas de que ”los sentimientos de Broadwell hacia él habían cruzado la línea profesional", dijo ABC indicando que aparentemente fue Petraeus quien puso fin a la relación.
La investigación no descubrií información que comprometiera datos secretos o actividad criminal.
Petraeus renunció la semana pasada, precisamente cuando había sido citado a declarar comités de inteligencia de ambas cámaras del Congreso sobre el atentado contra el consulado de los EE. UU. en la ciudad libia de Bengasi, en el que murieron el embajador Chris Stevens y otros tres servidores públicos, por lo cual el director interino de la CIA, Mike Morell, lo hará en lugar de Petraeus. Toto: Rex Reuters.