Los judíos antisionistas rechazan la histórica y progresiva limpieza étnica del pueblo palestino y piden el fin de la colonización del régimen israelí en Palestina, además de denunciar que la violencia de este régimen pone en peligro la seguridad de los propios judíos.
La Red Judía Antisionista Internacional a través de una carta abierta, publicada el lunes, se solidarizó con el pueblo palestino que sufre la implacable violencia militar, la limpieza étnica y la confiscación de sus tierras.
Al denunciar las políticas de genocidio que lleva a cabo el régimen de Tel Aviv para acabar con la resistencia palestina, los activistas señalan que ese régimen en la Franja de Gaza “impide el acceso a la comida, al agua, electricidad, ayuda humanitaria y suministros médicos como un arma dirigida a las bases mismas de la vida humana”.
El documento destaca el apoyo al derecho del retorno palestino y expresa que el sionismo es racista y privilegia los derechos de algunos para establecerse en Palestina, mientras excluye a otras personas, como a los palestinos, para convertirlos en refugiados.
El grupo anuncia su respaldo a los palestinos en su lucha por sobrevivir, mantenerse firme y avanzar en su movimiento lo mejor que puedan, en sus propios términos y no con otras estrategias.
“Somos copartícipes de los movimientos que lideran los más afectados por la conquista del imperio, la ocupación, el racismo, el control y la explotación global de personas y recursos. (...) Defendemos los derechos de los pueblos autóctonos a sus tierras y a su soberanía.”, declaran los activistas.
Los judíos antisionistas, al denunciar la segregación entre las personas que conlleva el movimiento de conquista del sionismo, apuntan que la ideología racista del sionismo “demanda poder político, económico y legal para las personas y culturas judías y europeas por encima de los pueblos y las culturas autóctonas. El sionismo no solo es racista sino antisemita”.
Según el texto, la ideología sionista apoya la imaginería antisemita europea y sexista del "judío diaspórico" afeminado y débil y contrapone a éste un "judío nuevo" violento y militarizado, que representa un perpetrador y no una víctima de la violencia racializada.
Las agresiones del régimen israelí ponen en peligro la seguridad de todas las personas, incluida la de los judíos. Además a través de una islamofobia compartida y un deseo de controlar el Oriente Medio y Asia occidental hace causa común con los cristianos fundamentalistas y otros que llaman a la destrucción de los judíos.
“Esta promoción conjunta de islamofobia sirve para demonizar a la resistencia contra la dominación económica y militar de occidente”, reza la carta.
Reveló también que una red internacional de instituciones y organizaciones sionistas apoyan con fondos directos la construcción de asentamientos judíos militares y militantes, además de censurar las críticas contra el régimen de Israel.
Esas entidades facilitan también la difusión de la islamofobia y ejercen, a través de sus listas negras, la violencia, el vandalismo, el encarcelamiento, la deportación, los despidos y otras sanciones económicas.
Apuntando a las amenazas del régimen de Tel Aviv contra países de la región, los judíos antisionistas concluyen que “el peligro de una guerra nuclear a través de un ataque estadounidense-israelí contra Irán nos recuerda que Israel es una bomba atómica que debe ser desmantelada urgentemente para salvar las vidas de todas sus víctimas actuales y potenciales.” HispanTv, 20.11.2012.