El Gobierno israelí confiscó unos 120 millones de dólares de los fondos de la Autonomía Palestina (AP), correspondientes a los impuestos recaudados por Israel para la AP.
Estos fondos estaban destinados a pagar los sueldos de los funcionarios de la AP, pero el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, aduce que usará el dinero para compensar la deuda de la Autoridad Palestina con la Compañía Eléctrica de Israel, según informa el portal de ‘Haaretz’.
La medida de prepotencia tiene como objetivo responder a la decisión de la ONU de otorgar a la Autonomía Palestina el estatus de Estado observador no miembro en el organismo internacional , informa el portal ‘Ynet’.
“Esto ha sido una provocación palestina y un intento de avanzar su Estado sin reconocer a Israel”, dijo el ministro de Finanzas israelí Yuval Steinitz, furioso por el reconocimiento del mundo a Palestina en las Naciones Unidas.
“Hemos indicado a EE.UU. que si los palestinos entran a la ONU, esto tendría consecuencias”, señaló Steinitz al comenzar el consejo de ministros semanal.
Cada mes Israel entrega a Palestina millones de dólares por los derechos de aduana, aplicados a las mercancías transportadas de tránsito a través de los puertos israelíes y destinadas a los mercados palestinos. Esos impuestos forman una gran parte del presupuesto de la Autonomía.
Estos impuestos se aplican porque Israel impide a los palestinos usar su costa y menos construir un puerto en Gaza, donde los palestinos ni siquiera pueden acercarse a la playa.
Las transferencias de los fondos recaudados por Israel están reguladas por el Protocolo del París del año 1994. No obstante, los israelíes deciden bloquea esos cada vez que les place para castigar a la política palestina.