Jacintha Saldanha |
Tras la buena noticia del embarazo de Kate Middleton, los británicos se muestran conmocionados por el suicidio de la enfermera que pasó la llamada a dos impostores que husmearon sobre el estado la salud de la duquesa, quienes se hicieron pasar por la reina Elizabeth II y el príncipe Felipe.
El director del hospital King Edward VII, donde se internó Middleton, aseguró que no aplicaron ninguna sanción contra las dos enfermeras que cayeron en la trampa y respondieron la llamada y lamentó la muerte de la enfermera Jacintha Saldanha, 46, madre de dos hijos, a quien calificó de trabajadora eficiente y respetada en su nosocomio.
Aunque las investigaciones policiales todavía no se pronuncian sobre la muerte, se presume que se trate de un suicidio, quizás causado por la desesperación de Saldanha, quien además de la vergüenza por su ingenuidad al pasar la llamada, habría temido ser sancionada por colaborar involuntariamente en la revelación datos íntimos de la salud de la duquesa de Cambridge.
En tanto, la estación de radio australiana, en la que trabajan los impostores, Mel Greig y Michael Christian, quienes se jactaron en su programa al aire por la llamada, rehusó despedirlos, sólo anunciaron que estarán fuera de programación por un tiempo.
Pero el respeto a la persona se evidencia en Australia con rapidez, pues las empresas anunciantes retiraron sus avisos de esa radio tras la tragedia.
En tanto, mientras los diarios británicos publican por primera vez una foto de la occisa, diversos personajes británicos señalan que esta tragedia demuestra la necesidad de modificar las leyes para sancionar estas imposturas, que dejaron abierta la posibilidad de que se perpetre una usurpación de la persona de una figura pública, en este caso de la Reina, hecho que se consumó en impunidad.