Por Darío Machado Rodríguez*
La noticia ha conmovido fuertemente a cuantos la hemos escuchado. La tragedia ocurrió en los Estados Unidos; 27 personas asesinadas, la mayoría niños de primaria. No habrá consuelo para sus padres y familiares. Un crimen brutal, horrendo, absurdo.
El presidente Obama ha derramado lágrimas sinceras por las vidas inocentes tronchadas salvajemente y ha dicho "Como nación hemos sufrido ya mucho con tragedias de esta naturaleza. Debemos tomar medidas para evitar tragedias como estas. Yo haré todo lo posible como presidente".
¿Lo hará señor Presidente? ¿Irá al fondo del problema?
Pero usted no reacciona como presidente: "Cada vez que ocurre una de estas masacres –dijo-, no reacciono como presidente, sino como lo haría cualquier otro americano, como padre". Eso es natural, pero es que usted, señor presidente, no es solamente padre, es el presidente de un enorme país. Es humano que abrace a sus hijas y a su esposa ante hechos como este, pero a usted le corresponde hacer más, mucho más. ¿No se da cuenta que en sus propias palabras: “Cada vez que ocurre una de estas masacres…” está implícita su derrota ante la violencia repetida?
Hay sobrada inteligencia en los Estados Unidos, nación que ha asombrado más de una vez al mundo con sus hazañas científicas y tecnológicas, con su literatura y su música, con su ingenio y laboriosidad para entender las raíces de la violencia. No es por ignorancia que estos hechos siguen ocurriendo, es porque el sistema no genera suficiente voluntad para evitarlos.
Basta una rápida ojeada a la política exterior y doméstica de su país para darse cuenta. Hay violencia nuevamente en Gaza donde han muerto muchos niños y los Estados Unidos venden más armas a los israelíes; hay violencia en Siria y los Estados Unidos apoyan abiertamente a los terroristas en Siria; el bloqueo contra Cuba y las condenas absurdas e injustas contra nuestros 5 héroes antiterroristas son actos de violencia y su gobierno no hace nada para que prevalezca la justicia; hay violencia en la venta libre de armamento de guerra a los ciudadanos de su país a costa de un ejercicio irresponsable de las libertades ciudadanas y no hay voluntad para terminar con esa insensatez; hay violencia en la criminalización y represión de las protestas de los indignados y los siguen reprimiendo violentamente; hay violencia en las condenas a muerte en los Estados Unidos y siguen condenando a muerte a decenas y cientos de personas, muchas veces inocentes; hay violencia por el bullying en las escuelas; hay violencia en las películas y series televisivas norteamericanas; hay violencia en las familias que pierden sus viviendas; hay violencia en la frontera con México; hay violencia en el empleo terrorista de los medios de comunicación… la lista es lamentablemente muy larga.
Pregúntese por qué, con tal modelo de capitalismo real, siguen ejerciendo en el mundo más violencia con el pretexto de extender esa “democracia” de “winners” y “losers” estilo Estados Unidos. Quizá comience a entender el problema.
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* Licenciado en Ciencias Políticas, Diplomado en Teoría del proceso ideológico y Doctor en Ciencias Filosóficas. Preside la cátedra de Periodismo de Investigación y es vicepresidente de la cátedra de Comunicación y Sociedad del Instituto Internacional de Periodismo José Martí.
