Un orate tendió una emboscada a los bomberos, a los que disparó tras prender fuego a su vivienda y pedir auxilio para apagar las llamas.
El hecho ocurrió en Webster, un pueblo del norte del Estado de Nueva York, donde dos bomberos perecieron y otros dos resultaron heridos el lunes en vísperas de Navidad.
El asesino, de 62 años, había estado en prisión por haber matado a su abuela en 1980, y se suicidó en la escena del crimen contra los bomberos, señaló Gerald Pickering, jefe de policía de Webster, un pueblo del norte del Estado de Nueva York cerca de la frontera con Canadá.
Los asesinatos se perpetraron alrededor de las 06:00 horas locales, cuando los bomberos de Webster (unos 550 km al norte de la ciudad de Nueva York) acudieron a un siniestro declarado en una casa junto al lago Ontario, dijo Pickering.
"A las 5:45 esta mañana, el departamento de bomberos respondió a un llamado informando de un incendio. Al llegar al lugar, los bomberos recibieron disparos", explicó a la prensa.
Cuatro bomberos fueron baleados. Dos murieron y dos recibieron heridas de gravedad y fueron trasladados a hospitales de la zona, precisó y agregó que encontraron el cuerpo del asesino suicida cerca de una de las casas incendiadas.
El cadáver del orate, William Spengler, presenta heridas de bala, tal vez alguna de ellas disparada por la policía, que lo persiguió en intercambio de disparos con el criminal.
Los habitantes del barrio fueron evacuados y los bomberos debieron esperar largo rato antes de poder luchar contra el incendio, que se fue extendiendo de casa en casa. Siete viviendas resultaron totalmente destruidas por el siniestro, aseguró el responsable policial. La zona en la que se produjo el incidente es un lugar "muy tranquilo" con pequeñas casas que dan al agua, según Pickering.
"Tenemos muy pocos llamados para prestar servicio en esa localidad", aclaró. La tragedia en vísperas de Navidad significa un duro golpe para este pequeño pueblo de 40.000 habitantes, continuó Pickering.
"Es una situación muy difícil. Webster es una comunidad tremenda, somos una comunidad segura. Una tragedia como ésta es simplemente horrenda", admitió.
El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, dio a conocer un comunicado con condolencias para las familias y amigos de "aquellos que fueron asesinados en este acto de violencia sin sentido.