El retiro de Benedicto XVI del solio pontificio por su avanzada edad no significa que permanecerá al margen del acontecer de la Iglesia Católica, sino que estará disponible si se requiere de su ayuda, según él mismo declaró.
Esta circunstancia marca un punto sin precedentes en el Vaticano, donde residirán dos papas, uno retirado, Benedicto XVI, de 85 años de edad, y otro en actividad, lo cual hace prever que durante su retiro el hoy Romano Pontífice será todavía muy influyente, en especial por su poderosa pluma, para desagrado de algunos religiosos “modernos” tentados a salirse de los lineamientos doctrinales católicos, como quienes aprueban las uniones civiles entre homosexuales, contradiciendo la doctrina católica.
Así las cosas, podría darse el caso de que Benedicto XVI manifieste si opinión contraria al nuevo Papa en alguna materia.
No obstante, el vocero del Vaticano, el padre Federico Lombardi, dijo que Benedicto XVI no tendrá un rol en los futuros asuntos de la Iglesia, sean de guía o de responsabilidad administrativa, y empleará su tiempo en la oración y reflexión.
El hermano del Papa, Georg Ratzinger, sostuvo que Benedicto XVI, busca tener una vida tranquila y sólo ayudará en la elección de su sucesor de ser requerido.
Otros papas que renunciaron, además de Gregorio XII, para sanar el cisma de la Iglesia en 1,415, cuando tenía dos Papas, uno en Avignon y otro en Roma, fueron Benedicto IX, que transfirió el papado a su padrino Gregorio VI y renunció en 1,405, y Celestino V, que renunció tras cinco meses, en 1924.
No obstante, Rudolf Voderholzer, obispo de Regensburg, quien también está a cargo del instituto teológico del Papa que publica su obra, dijo que incluso si Benedicto XVI escribe, no habrá más publicaciones durante su vida, pues lo que diga podría considerarse interferencia con el trabajo del próximo Papa.