Título original: Understanding the Kurdish resistance in Syria

Autor: Leading Light Communist Organitation

Traducción española por Tamer Sarkis Fernández

Muy recientemente [el presente artículo data de junio de 2016: nota del traductor] fuerzas kurdas y sus aliados han repelido una ofensiva llevada a cabo por el Estado Islámico. Kobane, en Siria, fue el epicentro de la batalla. El Estado Islámico es una fuerza terriblemente reaccionaria que ha sido alentada y apoyada por los imperialistas, a menudo a través de canales “de trastienda” [en el sentido de secreto, vedado a la vida mostrada, contra lo exhibido, que el sociólogo E. Goffmann confirió al término: nota del traductor]. El Estado Islámico no ha hecho más que explicitar sus intenciones genocidas hacia los kurdos. No hace mucho, el Estado Islámico intentó aniquilar varias comunidades kurdas yezidíes. Frente a tal brutalidad, muchas personas corrieron a dar apoyo defensivo a dichas comunidades, que enfrentaban una liquidación genocida. Muchos de estas personas hallaron inspiración en las valientes mujeres kurdas que combaten por su libertad. Aunque sea correcto acudir en socorro del pueblo kurdo, es importante forjarnos una idea clara respecto de la naturaleza y el rol de las organizaciones kurdas.

kurdos Siria

La organización kurda más significativa en lo que representó repeler la ofensiva del Estado Islámico sobre el terreno sirio, fue las YPG (Unidades de Protección Popular), conectada al PKK (Partido de los Trabajadores del Kurdistán). Éste último es la más fuerte entidad de los kurdos en Turquía. Ayudando también en la batalla estuvieron los peshmerga, milicias kurdo-iraquíes de la Unión Patriótica del Kurdistán. Ésta última es abiertamente capitalista y ha mantenido un largo historial de colaboraciones con el imperialismo. Por su parte, el PKK cuenta con un bagaje histórico nominal como “comunista”, aunque en los últimos tiempos él mismo se ha arrancado tal etiqueta. Hoy, el PKK se declara expresamente “socialdemócrata” y no pretende ser comunista. A causa de su retórica izquierdista y de sus prácticas igualitarias, algunos han visto al PKK y a sus organizaciones satelitales a modo de una especie de “vanguardia” de [una mal-supuesta: nota del traductor]“revolución siria”. A causa de su extensa historia de conflicto con el régimen racista turco, algunos le han atribuido al PKK una identidad de antiimperialistas susceptibles de confianza. No es el caso.

La realidad es que tanto el PKK como sus organizaciones satelitales son, ante que cualquier otra cosa y sobre cualquier otra consideración, organizaciones nacionalistas. Su principal interés es establecer un Kurdistán independiente. Y, como tales, se alían con cualquier fuerza que pueda ayudarles en la consecución de este objetivo. Así se explica que, al inicio de la guerra civil siria [de la invasión imperialista contra Siria a través de una Contra reclutada y de la Oficialía siria reaccionaria rebelde: nota del traductor], el PKK-YPG estuvo en alianza con el régimen de Assad, quien les cedió áreas sin apenas presentar conflicto [porque la lógica político-militar gubernamental se fundamentó en promover la autogestión de la resistencia nacional sobre el terreno: nota del traductor]. Y esa misma variable explica que hoy día el PKK-YPG haya entablado alianza con sectores del Ejército Libre de Siria contra el Ejército Árabe Sirio tanto como frente al Estado Islámico. Y así es que, hoy, persiguen fijar coordinación con la campaña de bombardeos emprendida por los Estados Unidos. Por eso mismo solicitan apoyo estadounidense a su lucha en Siria y demandan avituallamiento material a Europa. Los propios Estados Unidos han venido manteniendo conversaciones secretas desde 2012 con el ala política del YPG. En tal sentido, declaraba el exembajador estadounidense en Siria, Robert Ford:

“El PYD-YPG es un grupo sirio con presencia y dinámica sobre el terreno y en tal sentido tenemos interés en comprender su punto de vista e ideas”.

De acuerdo a esta misma fuente (http://www.foreignpolicy.com/articles/2014/10/07/washington_secret_back_channel_talks_with_kurdish_terrorists_turkey_syria_robert_ford_exclusive):

“Fuentes kurdas cercanas a las conversaciones entre el PYD y los Estados Unidos, declararon a Foreign Policy que Washington está alentando al YPG en el sentido de tomar distancias con el régimen de al-Assad uniéndose a la Coalición, trabajando codo con codo con el Ejército Libre de Siria y estrechando lazos con el KNC y con Barazani. El acuerdo reciente entre el YPG y fracciones del ELS para batallar contra el Estado Islámico podría estar reflejando la disposición del PYD a reunir prerrequisitos para recibir asistencia estadounidense”.

Esta esperanza de aliarse al imperialismo a fin de alcanzar sus objetivos, no es asunto nuevo. El Partido de la Vida Libre en el Kurdistán es el satélite del PKK en el Kurdistán iraní [mantengo textual la terminología empleada por el original, aunque el Kurdistán no pase de ser, históricamente, una propuesta colonial lanzada a los kurdos, y a cambio de contraprestaciones de sangriento servicio reaccionario, primero por los otomanos, más tarde por los británicos y hoy por los Estados Unidos e Israel: nota del traductor]. A tenor del conflicto estadounidense con la República Islámica de Irán, el PVLK ha perseguido erigirse como un asidero estadounidense en la región incluso cuando tal organización permanece incluida en la lista estadounidense de “organizaciones terroristas”. El PVLK hizo pública su intentona a través de medios periodísticos occidentales:

“Sus palabras no conforman por ahora un discurso formalmente codificado, pero el PVLK ha hallado un camino para pestañearle y hacerle ojos a los Estados Unidos, basado en una oferta de causa común contra Teherán, entre este desagradable gang maoísta y la Superpotencia. Muchas de las libertades sobre cuya inexistencia fueron, pronto, desangrados los kurdos turcos, son libertades existentes para ellos en Irán desde hace años. La Constitución iraní reconoce la lengua kurda y confiere a los kurdos un Status de carácter étnico. Al mismo tiempo, no hay tabú relativo a expresarse públicamente en kurdo. Los kurdos del PVLK quieren más: desean democracia secular —dicen—, y quieren que los Estados Unidos entren en Irán a dársela. Los kurdos boicotearon con entusiasmo las elecciones presidenciales iraníes del año pasado, ganadas por Mahmud Ahmadineyad. Hablan sobre él en unos términos apocalípticos que encajarían bien en el Instituto Empresarial Americano, pero que suenan torpes en este campo rebelde donde los héroes comunes son el Che Guevara y Espartaco”.

“ ’Ahmadineyad no respeta a los sunníes. Él piensa que son agentes de Israel y de los Estados Unidos’, afirma el portavoz del PVLK Ihsan Warya, un abogado jubilado de Kermanshah (la mayoría de los kurdos son sunníes). Y Warya precisa que al PVLK le gustaría ser realmente un agente de los Estados Unidos, pero que les defrauda el hecho de que los propios estadounidenses no hayan establecido contacto todavía [el reportaje periodístico que incorporó estas declaraciones data de 2006: nota del traductor”. (http://www.slate.com/articles/news_and_politics/dispatches/2006/06/iran_bombs_iraq.html?nav=fo:)

Aunque el PKK y sus satélites no guardan una honda historia de colusión imperialista aún, no se oponen por principio a tenerla en la medida en que el imperialismo es percibido como entidad funcional a la consumación de sus fines nacionalistas. A medida que se desarrolla el conflicto sirio, estos van posicionándose en la órbita de tomar parte dentro de la Coalición occidental. Y eso es así porque el PKK no es, por principio, diferente al PUK iraquí ni tampoco a las numerosas organizaciones nominalmente “izquierdistas” que han perseguido obtener apoyo estadounidense; desde el Muyahideen-e-Khalq hasta los Maoístas Iraníes, pasando por el Partido Comunista de Iraq. Tal es el problema con las organizaciones revisionistas y con las nacionalistas. Puesto que no están lideradas por genuina ciencia —por luz guía comunista—, pueden devenir instrumentos y esbirros del imperio por más que ellas clamen ser revolucionarias.

La estrategia del imperio es compleja, tanto en lo que a Siria se refiere como en relación a la región entera. Juega varias cartas con objeto de ver sus posiciones avanzar con independencia a las consecuencias del conflicto en Siria. Su meta principal es debilitar la región, y especialmente al Eje Irán-Siria-Hezbu Allah. A tratado de lograr esto vía potenciación del conflicto sectario desde una pluralidad de ángulos. Con una mano da apoyo al Estado Islámico mientras con la otra mano le bombardea. Debemos recordar que el principal deber de las personas progresistas es oponerse al imperialismo, en lugar de apoyar de un modo oportunista a cualquier fuerza particular desatada sobre el terreno. Hablemos claro: el pueblo kurdo tiene todo el derecho a defenderse de ser objeto de genocidio. Nosotros desearíamos ver un pueblo kurdo realmente libre, pero esa libertad no debería llegar a costa de cualquier otro pueblo oprimido de la región. Querríamos ver a todos los pueblos oprimidos de la región torciendo los planes imperialistas por medio de trascender sus mutuas diferencias; uniéndose. Si ponen verdad, ciencia, luz guiadora comunista al mando, entonces el sendero a la libertad real se abrirá.

Enlace a publicación original en inglés:

http://llco.org/understanding-the-kurdish-resistance-in-syria/