Después de la retirada del acuerdo nuclear, Europa debería cambiar su actitud hacia EE. UU., señaló el semanario alemán Der Spiegel.

 

Der Spiegel may 2018

La retirada de EE. UU. del acuerdo nuclear anunciada el 8 de mayo ha provocado un seísmo en Europa, que se ha visto radicalmente maltratada por EE. UU., que ha ignorado sus llamamientos y puntos de visto hacia un acuerdo del que los europeos han sido a la vez iniciadores y signatarios. Frente a esta actitud de desconfianza y desafío, varias voces se elevan para llamar a la resistencia.

En un editorial publicado el 12 de mayo y titulado “Es hora de que Europa se una a la Resistencia”, Der Spiegel, una revista que representa los puntos de vista de gran parte de la élite política y económica alemana, analiza el rápido deterioro de los vínculos transatlánticos debido a la retirada de EE. UU. del acuerdo nuclear y otros temas.

Para el editorialista, el desprecio de Washington hacia los acuerdos internacionales firmados por su predecesor se ha convertido ya en algo corriente.

“EE. UU. ha abandonado el acuerdo sobre el clima de París firmado en abril de 2016 por los países del mundo, mientras que Trump prometía ‘un mejor acuerdo para EE. UU.’. Sin embargo, ellos no han logrado nada, y ni siquiera se han llevado a cabo más discusiones significativas a tal respecto. Trump había prometido igualmente una reforma del sistema de sanidad en EE. UU., pero no ha hecho nada a ese nivel tampoco.”

Según Der Spiegel, la retirada de EE. UU. del acuerdo nuclear iraní se inscribe en la serie de actos de la Administración Trump en contra de los acuerdos multilaterales a nivel internacional.

El autor concluye que tal actitud, que se ha convertido en algo normal con Trump, no ha aportado más que problemas tanto a EE. UU. como a sus socios europeos.

Por eso, la actitud sumisa a las políticas estadounidenses de los europeos sólo puede reportarles más problemas e inconvenientes, señala el editorialista.

“Lo más chocante, sin embargo, es que todo esto nos afecta directamente. Occidente, tal como lo conocíamos, ya no existe. Nuestras relaciones con EE. UU. no pueden ser calificadas actualmente de amistosas y más difícilmente aún podrían ser consideradas una alianza o asociación. El presidente Trump ha adoptado un tono que ignora 70 años de confianza. Él quiere aprobar tarifas punitivas contra Europa y otros países y exige obediencia. No se trata ya de saber si Alemania o Europa participarán en intervenciones militares extranjeras en Afganistán o Iraq. Se trata ahora de saber si la cooperación transatlántica en materia de política económica, exterior y de seguridad existe todavía. La respuesta es no.

Europa ha perdido así su poder protector, su garante de unos valores comunes y su influencia política mundial, que ella pudo ejercer porque EE. UU. estaba a su lado. ¿Qué pasará en estos dos años y medio que quedan de presidencia de Trump? Queda mucho tiempo para una nueva escalada.”

Con el fin de escapar a una tal situación desfavorable para Europa, el autor tiene sus propias opciones:

“En primer lugar, Europa debe demostrar a Irán que continuará siendo fiel al acuerdo nuclear. Por otro lado, deberá recurrir a la ONU para alentarla a pasar a la acción en este tema a pesar del riesgo de veto de EE. UU. A continuación, ella podrá continuar sus relaciones económicas con Irán, animando a las empresas medias sin clientes norteamericanos para que continúen llevando a cabo negocios con los socios iraníes”.

Según el columnista de Der Spiegel, “la sumisión a Washington no tiene razón de ser, porque Europa no puede respaldar políticas que considera peligrosas. Se necesita una resistencia inteligente, por triste y absurdo que esto pueda parecer. Una resistencia contra EE. UU.”

 

EE. UU. juega a perdedor

El retiro de EE. UU. del tratado sobre control nuclear de Irán y las subsecuentes “sanciones” y prohibiciones no solo le causan el aislamiento internacional sino enormes pérdidas a grandes empresas de EE. UU. que se ven perjudicadas por estas restricciones. La Boeing, por ejemplo, ha perdido un negocio de 20 000 millones de dólares; mientras otras empresas de ese país contemplan con tristeza y rabia cómo los europeos, rusos, chinos y turcos van ganando millonarios contratos en Irán.

La verdad es que EE. UU. entra en esta perjudicial situación solo por darle el gusto a Israel.

[Nota de Con nuestro Perú]

 

 

Al-Manar, Beirut 16-05-2018

http://spanish.almanar.com.lb/203227

 

 

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