El general Robert Ashley, director de la Agencia de Inteligencia de Defensa de los EE. UU.
Rusia y China están desarrollando armas para la devastadora guerra espacial que podría estallar “en un futuro cercano”, advierte un responsable del Pentágono.
El general Robert Ashley, director de la Agencia de Inteligencia de Defensa de EE.UU., consideró como “competidores” a Rusia y China por su rápido avance en las tecnologías espaciales, y dijo que estas dos superpotencias están preparando armas espaciales avanzadas para futuras batallas, según recogió el viernes el diario británico Daily Mail.
En su intervención en una cumbre tecnológica en Washington, Ashley indicó que estos dos países están desarrollando la capacidad de interceptar satélites tanto desde el punto de vista terrestre como espacial, y agregó: “La tecnología se está desarrollando en este momento. Viene en un futuro cercano”.
El responsable estadounidense precisó que “Rusia y China continúan lanzando satélites ‘experimentales’ que llevan a cabo sofisticadas actividades en órbita, al menos algunas de las cuales están destinadas a aumentar las capacidades contraespaciales”.
Sostuvo, además, que algunas tecnologías con aplicaciones pacíficas —como la inspección por satélite, el reabastecimiento de combustible y la reparación— también se pueden usar contra naves espaciales del enemigo”.
Rusia y China continúan lanzando satélites ‘experimentales’ que llevan a cabo sofisticadas actividades en órbita, al menos algunas de las cuales están destinadas a aumentar las capacidades contraespaciales”, advirtió el general Robert Ashley, director de la Agencia de Inteligencia de Defensa de EE.UU.
El teniente general Ashley advirtió de que “el liderazgo tecnológico (de EE.UU.) se está desvaneciendo”, y urgió a desarrollar aún más la tecnología espacial estadounidense mientras otras naciones aceleran su experiencia en la guerra espacial.
El pasado mes de febrero, el general David L. Goldfein, jefe de personal de la Fuerza Aérea de EE.UU., avisó que la guerra espacial podría comenzar “en cuestión de años”, y exigió al Departamento de Defensa (Pentágono) poner en marcha un programa que desarrolle lo necesario para poder afrontarla.