MOSCÚ (Sputnik) — La ONG Human Rights Watch acusó a Birmania y China de hacer la vista gorda ante la trata de mujeres y niñas de la etnia Kachin.

"Birmania y las autoridades chinas hacen la vista gorda mientras que traficantes sin escrúpulos están vendiendo a mujeres y niñas Kachin destinadas al cautiverio y abusos indescriptibles", cita el comunicado de prensa a Heather Barr, codirectora en funciones del departamento de derechos de la mujer en Human Rights Watch.

Barr, autora de un extenso informe publicado este 21 de marzo y basado en entrevistas con sobrevivientes de la trata, sus familiares, funcionarios del gobierno de Birmania, policías y activistas locales, afirma que "la escasez de medios de vida y garantías para los derechos fundamentales han convertido a estas mujeres en una presa fácil para los traficantes, que tienen pocas razones para temer a las autoridades en ambos lados de la frontera".

Mujeres de Kachin y Shan, al norte de Birmania, son enviadas a China como "novias", según el informe.

"Sobrevivientes de la trata explicaron que personas de confianza, incluso miembros de su propia familia, les prometieron empleos en China, pero que en su lugar las vendieron por el equivalente a entre US $3.000 y US $13.000 a familias chinas. En China, por lo general, eran encerradas en una habitación donde las violaban para que se quedasen embarazadas", sostiene Human Rights Watch.

El gobierno de Birmania reportó 226 casos de trata de "novias" en 2017, pero expertos consultados por esta ONG creen que el número real podría ser muy superior.

Heather Barr instó a los gobiernos de Birmania y China a "hacer mucho más para prevenir el tráfico, rescatar y ayudar a las víctimas y enjuiciar a los traficantes".