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El primer ministro Shinzo Abe

Japón ha sido acusado de encubrir casos de coronavirus para proteger los Juegos Olímpicos, después de un aumento en el recuento de infecciones de Tokio tras el aplazamiento de los juegos.

Previamente, Japón estaba empecinado en seguir adelante con dichos juegos, pero finalmente cedió la semana pasada y pospuso los Juegos hasta 2021 y desde ese día el recuento diario de infecciones de Tokio ha aumentado de 16 a 63.

El ex primer ministro japonés Yukio Hatoyama se encuentra entre los que expresan la sospecha de que los números de Tokio están aumentando porque Japón ahora no tiene ninguna razón para ocultarlos.

“Para dar la impresión de que la ciudad estaba tomando el control del coronavirus, Tokio evitó hacer pedidos estrictos y redujo el número de pacientes”, afirmó, citado por el Daily Mail, y agregó que se privilegiaron los juegos y no a los ciudadanos de Tokio.

El primer ministro Shinzo Abe acordó posponer los juegos al día siguiente el gobernador Koike pidió a los residentes de Tokio que se quedaran en casa los fines de semana hasta mediados de abril, diciendo que los casos se habían disparado hasta 41 en un día desde 16 a principios de la semana. El sábado, Tokio reportó 63 nuevos casos, otro récord de un solo día.


Al día de hoy las cifras oficiales muestran 1,866 infectados y 54 fallecidos por coronavirus, un salto después de que sostuvo en algo más de mil desde el 20 de marzo, mientras que en la mayoría de países el número crecía considerablemente.

El gobernador dijo que las infecciones en Tokio estaban al borde de un aumento explosivo, y que podrían ser necesarias medidas más enérgicas, incluido un bloqueo, si la propagación del virus no disminuye.

“¿Es esto sólo una coincidencia?” Maiko Tajima, un legislador de la oposición, dijo durante una sesión parlamentaria el miércoles pasado, citando el repentino aumento de Tokio.

Sin embargo, el ministro de salud, Katsunobu Kato, dijo que "no hay absolutamente ninguna relación" entre el aplazamiento olímpico y el número de casos confirmados.

El primer ministro Abe dijo: “Soy consciente de que algunas personas sospechan que Japón está ocultando los números, pero creo que eso no es cierto. Si hay un encubrimiento, aparecerá en el número de muertes”, aseguró.

Abe citó a los expertos diciendo que una de las principales razones del reciente aumento es el creciente número de casos que no se pueden vincular y un aumento de las infecciones en el extranjero.

El primer ministro pidió a la gente estar preparada “para una larga batalla”.

Los expertos han encontrado un aumento de casos imposibles de rastrear en Tokio, Osaka y otras áreas urbanas, una señal de un aumento explosivo de infecciones.

Abe dijo el sábado que Japón ahora está al borde de un gran salto en los casos porque cada vez es más difícil de rastrear y mantener los grupos bajo control.

“Una vez que las infecciones se sobrepasen, nuestra estrategia ... se desmoronará instantáneamente”, advirtió Abe. “En la situación actual, apenas estamos resistiendo”, agregó.

Dijo que aún no se necesita un estado de emergencia, pero que Japón podría enfrentar en cualquier momento una situación tan grave como en Estados Unidos o Europa.

Abe convocó un nuevo grupo de trabajo de acuerdo con una ley especial recientemente promulgada que le permitiría declarar un estado de emergencia en áreas específicas, incluida Tokio.

La estrategia de Japón ha sido centrarse en grupos y rastrear rutas de infección en lugar de evaluar a todos.

Los expertos establecen una barra alta para la elegibilidad de las pruebas, permitiéndolas solo para aquellos vinculados a grupos o aquellos con síntomas, porque temen que las pruebas masivas llenen las camas que se necesitan para los pacientes con necesidades severas.

Del 18 de febrero al 27 de marzo, Japón evaluó a unas 50,000 personas, un promedio diario de 1,270.

Corea del Sur, por el contrario, había evaluado a unas 250,000 personas a mediados de marzo.

Hasta el domingo, Japón tenía 2.578 casos confirmados, incluidos 712 del crucero Diamond Princess, con 64 muertes, según el ministerio de salud.