La lamentable cifra de más de 373 mil muertos y los 6,2 millones de contagiados en el mundo por el coronavirus, tiene como sus principales víctimas a los adultos mayores y la población en situación de pobreza.
Para el investigador y docente de Economía de la Universidad de Ottawa Michel Chossudovsky, nos encontramos en una nueva etapa en la evolución del capitalismo global.
Bill Gates
“Un sistema de “gobernanza mundial” controlado por poderosos intereses financieros, incluidas las fundaciones corporativas y los centros de pensamiento (‘think tanks’) de Washington, que supervisan la toma de decisiones en los planos nacional y global. Los gobiernos nacionales están subordinados a esta “gobernanza global”. El concepto de “Gobierno mundial” fue planteado por el fallecido David Rockefeller en la reunión del Club Bilderberg, en Baden, Alemania, en junio de 1991”, resalta en globalización.ca.
Según Chossudovsky: “La crisis está marcada por una “emergencia” de salud pública bajo los auspicios de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que se utiliza como pretexto y justificación para desencadenar un proceso mundial de reestructuración económica, social y política”.
“Es ingeniería social. Los gobiernos son presionados para extender el confinamiento, a pesar de sus devastadoras consecuencias económicas y sociales. Lo que está ocurriendo no tiene precedentes en la historia mundial. Científicos de prestigio apoyan el confinamiento sin chistar, lo presentan como “solución” ante una emergencia de salud global”, subraya.
Además refiere que existe bastante documentación que demuestra que las estimaciones sobre la enfermedad Covid-19, incluida la mortalidad, son muy manipuladas.
“De forma inevitable, el cierre de las economías nacionales llevado a cabo en todo el mundo provocará pobreza, desempleo masivo y mortalidad. Se trata de un acto de guerra económica”, asegura.
CONTROL DEMOGRÁFICO
Un informa de BBC Mundo señala que muchos historiadores del control demográfico señalan al Reverendo Thomas Malthus, nacido en el siglo XVIII, como el pionero en esta cuestión (teoría malthusiana). Él creía que los seres humanos siempre se reproducirían más rápido de lo que la Tierra es capaz de alimentarlos.
Desde los años ‘60, el Banco Mundial, la ONU, y fundaciones filantrópicas estadounidenses, como la Ford o la Rockefeller, empezaron a enfocarse en lo que consideraban el problema de las cifras crecientes del Tercer Mundo. Consideraban que la sobrepoblación era la principal causa de degradación ambiental, el bajo desarrollo económico y la inestabilidad política.
“La población masiva en el Tercer Mundo se veía como una amenaza al capitalismo occidental y al acceso a los recursos”, afirma para BBC Mundo la profesora Betsy Hartman del Hampshire College, en Massachusetts, Estados Unidos.
“La vista del sur está muy dentro de este marco malthusiano. Se ha convertido en una ideología poderosa”, agrega.
Como referencia, en 1966, el presidente Lyndon Johnson advirtió que Estados Unidos podría verse desbordado por masas desesperadas e hizo que la ayuda a países en desarrollo dependiera de que adaptaran programas de planificación familiar. Otros países ricos como Japón, Suecia y el Reino Unido también empezaron a dedicar grandes sumas de dinero a reducir las tasas de nacimiento del Tercer Mundo.
Bill Gates y el exterminio de la población
A mediados del mes de marzo, iniciada la cuarentena por el COVID-19, casi al mismo tiempo en todo el mundo, la prensa corporativa llenaba de elogios a Bill Gates, porque predijo hace unos meses la tragedia que hoy vive la humanidad. Dicen que avizoró una pandemia. Pero más allá del marketing y la publicidad que siempre rodea al fundador de Microsoft, lo que no se difunde es la mochila pesada que carga respecto a su fundación, son cuestionadas las vacunas experimentadas en niños (como si fuesen conejillo de indias) y sus pretensiones de reducir la población mundial.
El economista y analista geopolítico Peter Koenig, revela en un artículo de globalización.ca, que durante más de 20 años, Bill Gates y su Fundación, la Fundación Bill y Melinda Gates, han vacunado a millones de niños en las zonas marginadas de los países pobres, principalmente de África y Asia.
“Este programa de vacunación fue desastroso en casi todos los casos, provocando la misma enfermedad (polio en India, por ejemplo) y esterilizando a mujeres jóvenes (en Kenia, con vacunas modificadas contra el tétanos)”, asevera.
Según Koenig muchos de los niños murieron. Muchos de los programas se ralizaron con el respaldo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y, de la Agencia de las Naciones Unidas responsable de la Protección de la Infancia, UNICEF.
“La mayoría de estas campañas de vacunación se implementaron sin el consentimiento informado de parte de los niños, padres, tutores o maestros, ni con el consentimiento informado de las autoridades gubernamentales respectivas. Posteriormente, la Fundación Gates fue demandada por gobiernos de todo el mundo, Kenia, India, Filipinas entre muchos otros”, destaca el analista geopolítico.
Algo similar ocurrió en Perú durante la dictadura de Alberto Fujimori, en la década del 90, en la que se esterilizaron de manera forzada a 300 mil mujeres campesinas y quechua hablantes.
Además el economista refiere: “Bill Gates dictó una conferencia como parte del programa de TED Talks en California, bajo el título “Innovando hacia Cero”, sobre el uso de la energía. Ahí sobre sus programas de vacunación dijo literalmente: “Si estamos haciendo un buen trabajo al vacunar a los niños, podemos reducir la población mundial entre un 10% y un 15%”.
Por eso, Robert F. Kennedy Jr., un defensor de los derechos de los niños y activista contra la vacunación, envió una petición a la Casa Blanca para “investigar a la Fundación Bill y Melinda Gates por negligencia médica y delitos contra la Humanidad”. Se necesitan más 100 mil firmas para obtener una respuesta de la Casa Blanca, ayer la petición tenía 580 mil 810 firmas.
YÁSSER GÓMEZ CARBAJAL
Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.
Diario Uno, 02.06.2020