El presidente de Estados Unidos Donald Trump nominó hoy a la jueza Amy Coney Barrett para ocupar la vacante de Suprema Corte de Justicia tras la muerte de jueza Ruth Bader Ginsberg, quien en vida fue defensora del aborto y de la ideología de género LGTB, acorde con la política de los demócratas.

 

Amy Conney Barret

 

La jueza Amy Coney Barrett, de 48 años, por el contrario, no sigue esas corrientes de pensamiento y para que sea nombrada debe pasar por el escrutinio del Senado.

El mandatario destacó el trabajo de Barret. Es “una de las mentes legales más brillantes y talentosas de nuestro país”, dijo al presentar la candidatura de Barret, quien asistió acompañada de su numerosa familia, que cuenta con hijos blancos y dos menores negros adoptados de Haití.

Es bastante probable que se concrete el nombramiento de Barret, debido a que los republicanos cuentan con mayoría en el Senado, 53 contra 47 de los demócratas.

“Es una mujer de un gran talento y carácter”, dijo Trump y agregó que estudió detenidamente la trayectoria laboral de la jueza antes de nombrarla. “Revisé y estudié, y usted está muy calificada”, dijo el Presidente. “Es una mujer de logros incomparables, excelentes credencias e inquebrantable lealtad a la Constitución”, señaló.

Demócratas irritados pretenden que Trump aplace la designación

Los demócratas, aplauden la agitación social desatada en las calles por grupos antisociales que siembran el terror, no aceptan que se cumpla la ley y se designe al reemplazo de Ruth Bader Ginsberg. Así las cosas, esos grupos han amenazado a Trump con caos y cristaliza la designación.

Al no tener argumentos valederos, se aferran a unos supuestos “últimos deseos” de Bader Ginsberg, quien, pensando que los demócratas ganarán las elecciones de noviembre, pidió que un nuevo gobierno sea el que realice la designación.

El opositor en las elecciones, Joe Biden, pretende que Trump no realice la designación y que la deje al siguiente gobierno, politizando la justicia.

En su desesperación, una turba gritó a Trump “respeta sus deseos”, cuando el mandatario asistió a los funerales de Bader Ginsberg. Es decir, pretenden que los deseos de alguien reemplacen a la ley, que dispone que el Presidente en funciones y el Senado aprueben el nombramiento de la plaza vacante.

Si se confirma el nombre de Barrett, opositora al aborto, seis de los nueve jueces del tribunal serán conservadores, tres de ellos nombrados por Trump durante su período.