La portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova, aconsejó a Washington ocuparse de la situación en su frontera con México, en vez de aleccionar a Moscú por la crisis migratoria entre Bielorrusia y la Unión Europea.

 

Maria Zajarova



Las autoridades estadounidenses durante los últimos 12 meses detuvieron en la frontera con México 1,7 millones de personas, o casi cuatro veces más que en el período anterior. México recrudece las medidas por su parte, sus fuerzas de seguridad suelen dispersar a los grupos organizados, devolverlos a la frontera sur y deportar a los indocumentados. En nueve meses de 2021, México detectó a más de 190.000 inmigrantes irregulares, o el doble que hace un año.

"Quisiera responder a EE. UU. usando su propio estilo: instamos a la Casa Blanca a analizar junto con sus socios de la OTAN y de la coalición los errores cometidos y la actuación criminal que tuvieron lugar en la política exterior estadounidense (...). También quisiera recordar a la oficina de prensa de la Casa Blanca que en la frontera estadounidense-mexicana desde hace mucho se desarrolla una situación dramática", dijo Zajárova este miércoles en una sesión informativa para los medios.

La diplomática declaró que en vez de intentar presionar sobre Moscú por la situación con los refugiados en la frontera bielorruso-polaca, los estadounidenses deberían dedicarse a solucionar sus propios problemas.

La semana pasada, cerca de la frontera entre Bielorrusia y Polonia surgió un campamento espontáneo en que se encuentran más de dos mil migrantes.

El lunes pasado, los habitantes de ese campamento intentaron atravesar la frontera, pero los agentes de seguridad polacos lo impidieron.

Últimamente Lituania, Letonia y Polonia están denunciando una avalancha de cruces ilegales desde Bielorrusia y acusan a Minsk de orquestar una crisis migratoria en represalia a las sanciones occidentales.

Las autoridades bielorrusas rechazan esas acusaciones. El presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, hostigado por las sanciones de Occidente tras su polémica reelección en agosto de 2020 y la represión de las protestas que siguieron al supuesto fraude en las urnas, advirtió que Minsk no tiene "ni dinero ni fuerza" para contener el flujo migratorio.

Los guardias fronterizos bielorrusos denunciaron en numerosas ocasiones que Letonia, Lituania y Polonia expulsan por la fuerza a los inmigrantes hacia el territorio de Bielorrusia.


Con información de Sputnik