Juan Carlos Valderrama
El vía crucis de un inmigrante es diverso, duro, difícil, doloroso, traumático muchas veces salpicado por heridas, cicatrices y muerte.
Cruzan la frontera a través de “Las Caravanas” por un inmenso desierto, montes y bosques en la oscuridad de la noche, hoy hasta en el día, expuestos a actos de criminalidad y violencia; violaciones de las que no se salvan ni hombres, mujeres o niños; secuestros o intentos de secuestros por parte de bandas u organizaciones criminales, coyotes, mafias, cárteles de la droga y traficantes; así como también se da el trafico o trata de personas.
Llegan en camiones frigoríficos, tráileres en condiciones infrahumanas en viajes muy largos sin agua, alimentos, ventilación, con sensaciones térmicas de alrededor de 40 grados deshidratados, con posibilidades de muerte muy altas.
Muchos sin recursos económicos, con enfermedades crónicas o graves, cansados de solicitar y esperar visas o asilo con una familia a cuestas que no quiere aceptar el fracaso de tal travesía.
Los países que exportan inmigrantes viven una corrupción política generalizada, gobiernos dictatoriales sin respeto a la democracia y a los derechos humanos, pobreza y pobreza extrema o crítica.
Señor Presidente de los Estados Unidos, señora Vice Presidenta con el debido respeto no he necesitado invertir millones de dólares para este análisis, ni tampoco utilice tanto tiempo para reflexionar que el sistema de inmigración esta quebrado, roto, obsoleto y se necesita una Reforma Migratoria, una mejor ley del asilo para la verificación del miedo creíble previa sustentación documentaria, un poco de compasión con los seres humanos que desean inmigrar.
Claro esta se debe mejorar y asegurar la seguridad fronteriza, un mayor control de los inmigrantes para saber quienes son ,sus antecedentes personales, es decir su historial criminal para evitar mayores problemas sociales claro esta se debe contar con los registros de los países de procedencia.
Si no se realizan acciones coherentes y se promulga una ley de Reforma Migratoria, claro esta, se tendrá que hacer bajo una acción de Orden Ejecutiva, si se tiene la voluntad política y el deseo de acabar con este juego hacia los inmigrantes, muchas veces se puede pasar a la historia queriéndolo o sin querer .
Tenemos historias de inmigración difíciles de contar, pero todas o casi todas en la búsqueda de un futuro mejor, tanto personal como familiar y dígame cual es su historia se atrevería a contárnosla se identifica con algo de lo leído.
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