Más de 1.000 niños fueron explotados sexualmente en Reino Unido durante 30 años y las autoridades lo “ignoraron” por temor a tensiones raciales (por lo general, los agresores son asiáticos islámicos).
La investigación, elaborada por el Consejo de Telford y Wrekin, subrayó que el sufrimiento e incluso la muerte de menores pudo evitarse si la Policía hubiera hecho “su trabajo más básico”.
Más de 1.000 niños fueron violados y explotados sexualmente durante 30 años en la localidad británica de Telford y la Policía y las autoridades municipales “ignoraron” los abusos por temor a que investigar a los sospechosos, de origen asiático, profundizara las tensiones raciales, según un reporte del Consejo de Telford y Wrekin publicado este martes, citado por Daily Mail.
“La naturaleza de los delitos a menudo implicaba lavar el cerebro de los jóvenes para que creyeran que estaban en relaciones significativas, amorosas y recíprocas, incluso si esa aparente reciprocidad los involucraba en cosas que en el fondo sabían que no querían”, explicó Tom Crowther, quien presidió el informe realizado a raíz de una investigación del Sunday Mirror en el 2018.
Azhar Ali Mehmood fue encarcelado de por vida después de ser declarado culpable de tres cargos de asesinato, pero nunca fue arrestado ni acusado por abuso sexual.West Mercia Police
En esa línea, se descubrió que en muchos casos los niños no se reconocerían como víctimas, convirtiendo la situación en una “forma de vida a la que se habían acostumbrado”. “Esto explica exactamente el control manipulador y poderoso que los perpetradores de la explotación sexual infantil ejercieron sobre sus víctimas en Telford”, señaló Crowther.
La investigación subrayó que el sufrimiento e incluso la muerte de menores pudo evitarse si la Policía de West Mercia hubiera hecho “su trabajo más básico”, actuando tras los reportes de dichos delitos. Además, aseveró que la ausencia de control policial habría alentado a los delincuentes a continuar con su accionar.
Por su parte, el comisionado de Policía y Crimen de West Mercia, John Campion, expresó que las víctimas y sus seres queridos fueron “defraudados” y admitió que no puede asegurar con “absoluta certeza” que el abuso sexual infantil en Telford nunca volvería a ocurrir. “Este informe sin duda hará que la gente cuestione su confianza en la Policía”, concluyó.
Con información de RT