Un Estado palestino? ¡Sí, gracias!
Un Estado palestino? ¡Sí, gracias!
Adrián Mac Liman(*)
La espectacular oleada de revueltas que hacen temblar los cimientos de los arcaicos regímenes de Oriente Medio y el Norte de África ha logrado relegar en un segundo, véase tercer plano, los reñidos combates ideológicos que están librando desde hace meses las diplomacias israelí y palestina. Durante las primeras semanas de enero, los medios de comunicación occidentales aún se hacían eco de la imparable ofensiva llevada a cabo por la Autoridad Nacional Palestina (ANP) para lograr el reconocimiento de facto del Estado palestino por los países latinoamericanos. La “operación sonrisa” surtió efecto: tanto Argentina como Brasil, gigantes del continente americano que, dicho sea de paso, cuentan con nutridas comunidades israelitas, optaron por dar luz verde al reconocimiento. Acto seguido, los emisarios de la ANP centraron su interés en algunos Estados de América Central – Honduras, Guatemala y El Salvador – países pequeños, pero muy activos e influyentes en las Naciones Unidas.