Por José Carlos García Fajardo*
“En 2011, el Partido Popular gastó 133 millones de euros, registrados en la contabilidad oficial, pero sólo ingresó 12 millones, mientras que los donativos apenas superaron los 2 millones”, denuncia el periodista y académico, Luis María Anson. Con lo que se confirma que más del 90% de lo que gastan el PP, el PSOE y los demás partidos procede de subvenciones del Estado y de empresas premiadas con concesiones de la administración pública. No de otra manera se puede interpretar que entregas de hasta 400.000 euros, y más cantidades fraccionadas, figuren en las cuentas sacadas a la luz del partido como “144.000 euros”. ¿El resto? Pues a engrosar las retribuciones opacas, en los “sobres” que perciben regularmente los dirigentes del partido y que no se declaran a Hacienda. Esto se había hecho costumbre hasta el punto de parecerles normal a los beneficiarios. O que el tesorero del PP, Luis Bárcenas, separado del partido por estar imputado en casos de corrupción y de evasión de capitales, percibió 400.000 euros por “despido improcedente” y el pago de las cuotas a la seguridad social hasta la fecha.