Por Jonathan Spyer

El portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, afirmó que el prestigio de Rusia está “en juego” con respecto a Siria.

La declaración de Carney recordaba una observación anterior del presidente de Estados Unidos, Barack Obama. Hablando ante los periodistas, Obama manifestó: “No fui yo quien estableció la línea roja. El mundo fijó una línea roja”. Por tanto, continuó, no es su “credibilidad” lo que está en juego sino “la credibilidad de la comunidad internacional”.