Los veterinarios son cuatro veces más propensos al suicidio
Un estudio publicado en la revista Veterinary Record indica que los veterinarios son cuatro veces más propensos a cometer suicidio que cualquier otro grupo profesional en el Reino Unido.
Un estudio publicado en la revista Veterinary Record indica que los veterinarios son cuatro veces más propensos a cometer suicidio que cualquier otro grupo profesional en el Reino Unido.
Según los investigadores, la explicación de este fenómeno sería el estrés que les produce eliminar animales y la mayor probabilidad de tener colegas que han cometido suicidio.
Los estudiosos explicaron que los hallazgos se repiten en otros países desarrollados, por lo cual sería conveniente mayor consejería y apoyo disponible para esta profesión.
Los veterinarios superan a otras profesiones como los médicos y dentistas en ser más proclives al suicidio, siendo la tasa el doble que estas dos profesiones.
Entre los métodos a los cuales recurren para poner fin a su vida en primer lugar se encuentra el envenenamiento, con un 76% en hombres y 89% en mujeres, lo cual se explica por la facilidad que tienen para adquirir sustancias letales, como barbitúricos. En segundo lugar se encuentran las armas de fuego, las cuales emplean en eutanasia para animales grandes.
Los neurocientíficos David Bartram y David Baldwin, de la Universidad de Southampton, recordaron que a los veterinarios a menudo se les solicita matar animales por eutanasia o colaborar indirectamente en el sacrificio de ganado.
Ambos especialistas creen que la familiaridad con la muerte y la agonía puede afectar las actitudes hacia la vida, lo cual podría facilitar la autojustificación y la reducción de las inhibiciones en la percepción del suicidio como una solución a sus problemas. Además, muchos de ellos, al realizar la práctica privada, con frecuencia viven en aislamiento profesional y social, lo cual los haría más vulnerables al suicidio y la depresión.
Los estudiosos explicaron que los hallazgos se repiten en otros países desarrollados, por lo cual sería conveniente mayor consejería y apoyo disponible para esta profesión.
Los veterinarios superan a otras profesiones como los médicos y dentistas en ser más proclives al suicidio, siendo la tasa el doble que estas dos profesiones.
Entre los métodos a los cuales recurren para poner fin a su vida en primer lugar se encuentra el envenenamiento, con un 76% en hombres y 89% en mujeres, lo cual se explica por la facilidad que tienen para adquirir sustancias letales, como barbitúricos. En segundo lugar se encuentran las armas de fuego, las cuales emplean en eutanasia para animales grandes.
Los neurocientíficos David Bartram y David Baldwin, de la Universidad de Southampton, recordaron que a los veterinarios a menudo se les solicita matar animales por eutanasia o colaborar indirectamente en el sacrificio de ganado.
Ambos especialistas creen que la familiaridad con la muerte y la agonía puede afectar las actitudes hacia la vida, lo cual podría facilitar la autojustificación y la reducción de las inhibiciones en la percepción del suicidio como una solución a sus problemas. Además, muchos de ellos, al realizar la práctica privada, con frecuencia viven en aislamiento profesional y social, lo cual los haría más vulnerables al suicidio y la depresión.