La leche materna mata el cáncer
Un estudio realizado por la University of Gothenburg, Strömstad, Suecia, indica que la leche materna contiene una sustancia que mata el cáncer.
El componente en la leche materna, denominado HAMLET (por la denominación en inglés Human Alpha-lactalbumin Made Lethal to Tumour cells) y es un inmunoestimulante natural, el cual, según creen los científicos, podrá constituir un tratamiento común contra el cáncer en los adultos.
En ensayos en humanos, se observó que el HAMLET puede matar a las células de cáncer de vejiga, mientras que en pruebas de laboratorio se constató que la sustancia pudo matar a células de 40 tipos de cáncer, según señala el estudio publicado en la revista Public Library Of Science One.
Mientras el HAMLET ejerce su acción mortal contra las células cancerosas, no daña a las células sanas, por lo cual podría evitar los terribles efectos colaterales de los tratamientos con quimioterapia.
El HAMLET se produce por una combinación de alfa-lactaalbúmina en la leche materna con el ácido oleico, que se encuentra en los estómagos de los bebés, lo cual guarda relación con los hallazgos que indican que la lactancia materna reduce el riesgo de desarrollar cáncer, indican los estudiosos.
El profesor Karlsson, que condujo el estudio, dijo que el HAMLET ataca la “planta de energía” de las células cancerosas y estimula algunas de las formas de apoptosis (suicidio de las células, en este caso, las cancerosas).
En las pruebas en pacientes masculinos con cáncer de vejiga se evidenció que el HAMLET, introducido con catéteres, redujo los tumores sin efectos secundarios en sólo cinco días de tratamiento, que fue limitado porque sólo tenía que ser inyectado en el sitio exacto de las células cancerosas.
Karlsson señaló que la sustancia también podría funcionar si los doctores la pueden suministrar a través de la vena que lleva sangre directamente a la zona con cáncer, pero que si se administra mediante una píldora o solución, el cuerpo sólo lo metabolizaría como una comida normal. Agregó que se podría emplear como tratamiento complementario de las quimioterapias.
El HAMLET fue descubierto por casualidad al investigar la presencia supuesta de antibióticos en la leche materna, pero se encontraron con algo más complejo que los antibióticos: una sustancia que mata las células cancerosas.
En ensayos en humanos, se observó que el HAMLET puede matar a las células de cáncer de vejiga, mientras que en pruebas de laboratorio se constató que la sustancia pudo matar a células de 40 tipos de cáncer, según señala el estudio publicado en la revista Public Library Of Science One.
Mientras el HAMLET ejerce su acción mortal contra las células cancerosas, no daña a las células sanas, por lo cual podría evitar los terribles efectos colaterales de los tratamientos con quimioterapia.
El HAMLET se produce por una combinación de alfa-lactaalbúmina en la leche materna con el ácido oleico, que se encuentra en los estómagos de los bebés, lo cual guarda relación con los hallazgos que indican que la lactancia materna reduce el riesgo de desarrollar cáncer, indican los estudiosos.
El profesor Karlsson, que condujo el estudio, dijo que el HAMLET ataca la “planta de energía” de las células cancerosas y estimula algunas de las formas de apoptosis (suicidio de las células, en este caso, las cancerosas).
En las pruebas en pacientes masculinos con cáncer de vejiga se evidenció que el HAMLET, introducido con catéteres, redujo los tumores sin efectos secundarios en sólo cinco días de tratamiento, que fue limitado porque sólo tenía que ser inyectado en el sitio exacto de las células cancerosas.
Karlsson señaló que la sustancia también podría funcionar si los doctores la pueden suministrar a través de la vena que lleva sangre directamente a la zona con cáncer, pero que si se administra mediante una píldora o solución, el cuerpo sólo lo metabolizaría como una comida normal. Agregó que se podría emplear como tratamiento complementario de las quimioterapias.
El HAMLET fue descubierto por casualidad al investigar la presencia supuesta de antibióticos en la leche materna, pero se encontraron con algo más complejo que los antibióticos: una sustancia que mata las células cancerosas.