Las células madre podrían beneficiar a los pacientes con un trastorno de pérdida de masa muscular del anillo óseo llamado distrofia muscular. En un trabajo que se publica en Science Translational Medicine, un equipo del Instituto Científico San Raffaele de Milán (Italia) y de la Universidad de California (EE.UU.) han convertido células-fibroblastos (células comunes que se encuentran en el tejido conectivo) procedentes de pacientes con distrofia muscular en células madre capaces de diferenciarse en células precursoras de músculo. A continuación, los investigadores modificaron genéticamente las células musculares y se trasplantaron en ratones.

 

La nueva técnica, señalan los investigadores, se podría utilizar en el futuro para el tratamiento de pacientes con distrofia muscular (una forma rara en la que los hombros y las caderas son los más afectados) y, posiblemente, en otras formas de distrofias musculares.

Las distrofias musculares son trastornos genéticos que afectan principalmente a los músculos esqueléticos lo que genera un grave deterioro de la movilidad y, en casos graves, disfunciones respiratorias y disfunción cardiaca. No existe un tratamiento efectivo, aunque varios enfoques nuevos están entrando en los ensayos clínicos incluyendo la terapia celular.

Modificación celular

En este estudio, los científicos se centraron en la modificación genética de un tipo de célula llamada un mesoangioblasto, que se deriva de los vasos sanguíneos y se ha demostrado en estudios anteriores que posee un potencial en el tratamiento de la distrofia muscular. Sin embargo, los autores encontraron que no podían obtener un número suficiente de mesoangioblastos de los pacientes con este tipo de distrofia muscular a que los músculos de los pacientes habían agotado estas células.

Así, los científicos decidieron «reprogramar» las células adultas de estos pacientes para convertirlas en células madre y, además, fueron capaces de inducir su diferenciación en células como los mesoangioblastos. Después, utilizando un vector viral, inyectaron las células en ratones con distrofia muscular, donde se alojan en las fibras musculares dañadas.

Para Francesco Saverio Tedesco, «se ha demostrado que podemos pasar por alto la cantidad limitada de células madre musculares de los pacientes usando células madre pluripotentes inducidas, y, a continuación, producir un número ilimitado de células progenitoras genéticamente corregidas».