Científicos del Boston Children's Hospital inventaron un método de inyectar oxígeno en la sangre, que puede mantener con vida incluso a las personas que no pueden respirar.
Con el invento se podría eliminar la necesidad de sostener la respiración de los pacientes en operaciones complejas, explica el ScienceDaily.
El método puede prolongar en 30 minutos la vida de los pacientes que no pueden respirar y funciona inyectando moléculas de oxígeno envueltas en moléculas de grasa en la sangre.
John Kheir, del Boston Children's Hospital, se inspiró en el método después de la trágica muerte de una paciente, una niña a quien la neumonía le produjo una lesión cerebral fatal después que los doctores no pudieron colocar el aparato de respiración para salvarla.
En experimentos realizados el éxito se comprobó al mezclar sangre con las micropartículas y la sangre azul se volvió roja.
Hace un siglo se intentó introducir oxígeno (gas) a la sangre, lo cual resultó un fracaso y un peligro, pues formó burbujas en las venas, por lo cual la investigación del doctor Kheir apuntó a encontrar una sustancia que podría contener al oxígeno y ser suspendida en una solución líquida para inyectar en la sangre.
El investigador descubrió que usar moléculas llamadas lípidos era la mejor forma de retener el oxígeno despuésde emplear ondas sonoras para atrapar las dos sustancias juntas en partículas tan pequeñas que sólo pueden verse en un microscopio.
Las partículas fueron colocadas en un líquido fuertemente oxigenado, con cuatro veces la cantidad de oxígeno contenida en nuestros glóbulos rojos, expllica el estudioso.
Cuando la solución líquida se inyectó en animales con niveles anormalmente bajos de oxígeno en la sangre, ésta regresó a su normalidad en segundos.
Tras ser inyectada en animales completamente incapaces de respirar, el método prolongó su vida por 15 minutos, con menores riesgos de complicaciones en su salud.
Se estima que este procedimiento podría emplearse en los seres humanos hasta por 30 minutos, pues un tiempo mayor podría dañar la sangre.
El doctor Kheir considera que la técnica puede convertirse en un proceso rutinario para médicos y auxiliares durante los minutos críticos de una emergencia y que se podría almacenar en jeringas en cada hospital, ambulancia o helicóptero, para ayudar a estabilizar a los pacientes con dificultades respiratorias.