Si tu niño tiene tos, agitación, respiración rápida o ahogo (falta de aire) y fiebre, llévalo rápido al establecimiento de salud.

Alimentación, abrigo y vacunación oportuna se complementan y disminuyen número de niños afectados por enfermedades prevenibles.

La mejor forma de luchar contra las Infecciones Respiratorias Agudas (IRA) o neumonía en nuestros hijos menores de 5 años es la prevención. Una de las principales formas es la vacunación oportuna contra la influenza y contra el neumococo, informó la Estrategia Sanitaria Nacional de Inmunizaciones del Ministerio de Salud (Minsa).

 

Asimismo debes alimentarlo con leche materna, llevarlo al control de crecimiento y desarrollo, evitar la exposición al polvo, humo, humedad y a los olores fuertes. Abriga y cuida con amor a tus hijos, de esa forma podemos ganarle a la neumonía, recomendaron expertos de la Dirección General de Salud de las Personas (DGSP) del Minsa.

Recuerda que si tu niño tiene tos y fiebre, llévalo de inmediato al establecimiento de salud más cercano a tu casa. Si conoces que un familiar tuyo o vecino en esta situación, ayúdalo a acudir a una consulta con el médico.

¿Cómo protejo a mi hijo?

La primera dosis de la vacuna contra el neumococo se aplica a los dos meses de nacido el niño y protege contra la neumonía, sinusitis, neumonías invasivas, otitis medias, meningitis, septicemias y contra infecciones neumónicas; posteriormente, a los cuatro y a los 12 meses, se debe completar el esquema de vacunación.

Los padres de familia tienen la responsabilidad de llevar a sus hijos al establecimiento de salud para inmunizarlos, toda vez que las vacunas con completamente gratuitas en todo el país.

La vacuna contra la influenza en el niño menor de 1 año se coloca a partir del séptimo mes y se refuerza con una nueva dosis al mes siguiente. Posteriormente debe ser aplicada anualmente y opr el resto de la vida de la persona.

Los padres deben informar al personal de vacunación sobre el estado de salud de sus hijos y consultar sobre las reacciones que se puedan presentar.

Recomendaciones

Alimentación, abrigo y vacunación se complementan y pueden favorecer la disminución del número niños afectados por enfermedades prevenibles. Sanos, nuestros hijos tienen mayor oportunidad de ir a la escuela y mejorar sus perspectivas de vida.

Recuerda que en el hogar la higiene constante es importante para reducir las posibilidades de enfermar; lávate las manos con abundante agua y jabón; al toser o estornudar, cúbrete la boca con el brazo o un pañuelo desechable y nunca lo hagas con tus manos.