A través del Instituto Nacional de Oftalmología.

Hasta el viernes 17 de agosto en el Hospital II de esa ciudad.

Un total de 100 pobladores adultos mayores de 50 años con diagnóstico de catarata, serán intervenidos quirúrgicamente sin costo alguno, en el Hospital Regional II de Tarapoto, de la región San Martín, en el marco de una campaña que está realizando esta semana el Instituto Nacional de Oftalmología (INO), informó el Ministerio de Salud (Minsa).

“Estas intervenciones son sencillas en manos especializadas, y se realizan en un tiempo no mayor de 20 minutos, pudiendo el paciente regresar a su casa el mismo día”, señaló la Dra. Betty Campos Dávila, directora general del INO. “La operación consiste en la extracción del cristalino (lente natural del ojo) para remplazarlo por un lente intraocular”, precisó.

“El propósito es erradicar los casos de catarata; es por ello que un equipo de médicos oftalmólogos del instituto viajó hasta esa localidad. El costo de los recursos humanos, equipos e insumos para las intervenciones quirúrgicas son cubiertos por el INO”, subrayó la oftalmóloga.

Asimismo, invocó a los pobladores de esta región a acudir al Hospital Regional de Tarapoto para que sean evaluados y puedan beneficiarse con las cirugías gratuitas.

La catarata es la principal causa de ceguera en nuestro país por lo que el INO ha decidido seguir beneficiando con cirugías gratuitas a la población más necesitada de nuestro país.

Campaña anual

El INO realizará anualmente mil 500 cirugías gratuitas de catarata en zonas de pobreza y extrema pobreza, beneficiando a pobladores que no tienen acceso a servicios de salud oftalmológica de calidad. Las atenciones se realizarán a personas mayores de 50 años que presenten ceguera, visión borrosa y que no cuenten con ningún seguro médico.

Campos Dávila señaló que la catarata es reversible en más del 80 por ciento de los casos, pero que a medida que más tiempo se deja pasar, el mal se puede complicar y ser inoperable.

Añadió que la discapacidad visual tiene una repercusión amplia, pues no solo lo padece la persona que ha quedado ciega, sino que trastorna todo el ámbito familiar.