A propósito del XXII Congreso de la Asociación Latinoamericana para el Estudio del Hígado (ALEH) que se celebrá del 5 al 7 de setiembre en Lima, la doctora Milagros Dávalos, Presidenta de ALEH y Médico Asistente del Servicio de Hígado del Hospital Edgardo Rebagliati, responde 10 preguntas sobre la Hepatitis C, una infección al hígado que afecta al 1% de la población peruana y puede producir hepatitis crónica, cirrosis o cáncer.

1. ¿Qué es la hepatitis C?

Es una infección del hígado producida por el virus de la Hepatitis C, el cual circula en la sangre de las personas infectadas. El virus produce inflamación y daño al hígado con el paso del tiempo, pudiendo derivar en una hepatitis crónica (es decir, que dura toda la vida), cirrosis o un cáncer de hígado. La infección afecta a más de 170 millones de personas en todo el mundo y en el Perú se estima pueden existir 300 mil pacientes infectados (1% de la población), aunque muchos no lo sepan.  

2. ¿Cómo se contagia?

El virus se transmite cuando la sangre o los fluidos de la sangre de una persona infectada ingresan en el cuerpo de una persona no infectada. Los grupos de mayor riesgo de contraer la infección son:

-     Las personas que alguna vez se inyectaron drogas o compartieron agujas con alguien que tiene hepatitis C.

-     Las personas que recibieron transfusiones sanguíneas antes de julio de 1992. Antes de esa fecha, no se conocía la existencia del virus y por tanto no se analizaba la sangre para detectar la presencia del virus. Algunos expertos recomiendan que todos los nacidos entre 1945 y 1965 se realicen un examen de sangre, con el propósito de verificar que no son portadores de virus.

-     Quienes tienen relaciones sexuales sin protección con una persona que padece hepatitis C o quienes tienen conductas sexuales de alto riesgo, múltiples parejas y enfermedades de transmisión sexual.

-     Quienes se hicieron un tatuaje o acupuntura con instrumentos contaminados.

3. ¿Si tengo hepatitis C voy a sentirme mal?

No necesariamente. La hepatitis C puede pasar desapercibida por muchos años, sin mostrar síntomas. Con frecuencia, la infección se diagnostica por otros motivos, cuando se hacen exámenes rutinarios o cuando uno se opera de la vesícula. En su fase aguda, algunos pacientes pueden tener cansancio, falta de apetito o coloración amarillenta de la piel. Otros pasan la enfermedad como si fuese una gripe. “Desde el momento que uno adquiere el virus hasta que haga las consecuencias como hepatitis crónica, cirrosis o cáncer se calcula que pueden pasar entre 20 a 25 años, es variable. Sin embargo, si el paciente, además de tener hepatitis C es diabético, obeso y consume alcohol frecuentemente puede acelerar el proceso. En vez de 25 años, puede sufrir las consecuencias en menos tiempo, quizá hasta en 10 años”, asegura la doctora.

4. ¿Cómo se diagnostica la hepatitis C?

A través de exámenes de sangre. Estos análisis nos dan información sobre la función del hígado, la existencia de inflamación y destrucción de tejidos hepáticos y la presencia de anticuerpos contra el virus de la Hepatitis C en la sangre. La presencia de anticuerpos contra el virus C (anti-VHC) no es determinante de infección activa, ya que un 15% de personas infectadas con el virus son capaces de eliminarlo de forma natural. Por ello si se sospecha de una infección, se hacen pruebas de carga viral para indicar si hay una infección activa. Si existiera la sospecha de que la hepatitis ha llegado a ser causa de cirrosis o un cáncer al hígado, se hacen pruebas de imagen o una biopsia.

5. ¿Existe vacuna contra la hepatitis C?

No. En la actualidad no existe una vacuna contra este virus. Sí hay vacunas eficaces frente a la hepatitis A y B, pero estas no protegen contra el virus C.

6.¿Tiene tratamiento la hepatitis C?

Sí. El tratamiento tradicional consiste en la combinación de un fármaco antiviral denominado rivabirina (que se toma por vía oral) con un interferón pegilado, un medicamento que se pone por vía subcutánea y que se administra una vez por semana. Este tratamiento tiene una eficacia de solo 50%. El principal problema de este tratamiento son sus efectos adversos, parecidos al de una gripe. El paciente puede sentir dolores musculares, fiebres o escalofríos. “La respuesta al tratamiento va a depender de lo avanzada que esté la infección. Pero no es solo eso. El médico también valora las características de cada paciente. No es lo mismo una paciente joven, que uno que ya tiene hijos o un adulto mayor. Cada caso es distinto, por eso el tratamiento es individualizado”, acota.

7. ¿Si tengo hepatitis crónica, puedo esperar algunos años antes de tratarme?

No. Los pacientes presentan una mejor respuesta al tratamiento en etapas iniciales de la enfermedad. Por ello, si sabe que ha tenido alguna conducta de riesgo de hepatitis C, debe acudir a un especialista para descartar la presencia del virus.

8. ¿La hepatitis C se cura?

Depende. Con el tratamiento disponible actualmente solo hay un 50% de chances de curación. Pero también hay personas que están en contacto con el virus y se curan por sí solas. Eso ocurre solo en el 15% de casos, en especial en mujeres. Aún no existen vacunas que prevengan la enfermedad, en algunos países ya se han aprobado medicamentos novedosos como el boceprevir que presentan excelentes resultados en el tratamiento de esta infección. Su eficacia puede llegar al 90 y hasta al 97% de casos, lo que se consideraría una probable cura de la enfermedad. Este fármaco estará disponible en el Perú probablemente a finales del presente año.

9. ¿Si tengo cirrosis quiere decir que tengo cáncer?

No. La cirrosis no es un cáncer, aunque sí puede ser un factor de riesgo. La cirrosis ocurre cuando el hígado funciona de forma deficiente, producto de una serie de cicatrizaciones.

Es el resultado del daño crónico al hígado causado por el virus de la hepatitis C, aunque también puede ser causado por alcoholismo prolongado. “En la cirrosis, el hígado ha perdido parte de su función. Por ello, el paciente no debe darle más trabajo. No debe tomar alcohol, debe bajar de peso, tener una dieta saludable y seguir un tratamiento adecuado. Con eso, el hígado puede vivir muchos años”.

10. ¿Cómo puedo evitar el contagio de hepatitis C?

Evitando conductas de riesgo como inyectarse drogas o compartir agujas y jeringas con otras personas. No comparta artículos de uso personal que puedan tener sangre como hojas de afeitar o cepillo de dientes. Tenga en cuenta el riesgo en caso de querer hacerse tatuar o perforar el cuerpo. Puede infectarse si las herramientas tienen sangre de otra persona o el tatuador no sigue estrictas normas sanitarias. Y evite las conductas sexuales de riesgo. Use preservativos durante sus encuentros sexuales para evitar el contagio. Si sospecha que pudo haber tenido alguna conducta de riesgo, acuda a un laboratorio u hospital para descartar la presencia del virus.

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