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Comer pepas de uvas podría ayudar a combatir males degenerativos cerebrales como el Alzheimer, según un estudio que se presentará la próxima semana en la Sociedad de Neurociencia, en Washington DC.
Los investigadores, de la Universidad de Flinders, en Adelaida, Australia, experimentaron en ratones, a los cuales alimentaron con extractos de uvas por seis meses, tras los cuales observaron que presentaban mejores funciones cognitivas que los ratones nutridos con dietas normales.
Las pruebas en roedores con síntomas de demencia duraron seis meses y mostraron una reducción del 50% del daño en las células cerebrales.
Estos expertos creen que las pepas de uvas se podrían utilizar como un tratamiento barato para prevenir la aparición del mal de Alzheimer y otras enfermedades degenerativas cerebrales.
Las sustancias contenidas en las pepas de uvas actuaron evitando la formación, en el cerebro, de depósitos de proteínas amiloides, que son las principales causantes del mal.
Los estudiosos explicaron a The Telegraph que los extractos de pepas de uvas demuestran tener un fuerte efecto modificador de la enfermedad y que administrados como suplementos dietéticos poseen efectos beneficiosos significativos.
Las pepas de uvas son ricas en sustancias que podrían reducir la degeneración cerebral en los adultos mayores, según los estudiosos. Como otras frutas, contienen sustancias benéficas como los polifenoles, que son moléculas complejas con propiedades antioxidantes.
El doctor Yanjiang Wang jefe de la investigación, señaló que es recomendable consumir cantidades moderadas de vino para prevenir el mal de Alzheimer, pero para aquellos que no pueden tomarlo las pepas de uvas son una buena alternativa.
Otro estudio patrocinado por la australiana Commonwealth Scientific Research Organisation (CSIRO) mostró que el extracto de pepas de uvas previene daños en el ADN. “El nivel de daños en el ADN es una causa fundamental del envejecimiento acelerado y de las enfermedades degenerativas, los cuales fueron reducidos incluyendo extractos de pepas de uvas en las dietas de ratones”, precisó el doctor Michael Fenech, científico de la CSIRO.
Por tanto, Fenech advierte que la gente debería pensar dos veces antes de escupir las pepas de las uvas, por ser inocuas y más bien benéficas.
