Maíz transgénico dañaría la fertilidad
“¿Quieres tener hijos enanos o convertirte en estéril? Entonces come transgénicos”, podría ser un aviso acorde con los alimentos transgénicos. Según un estudio dispuesto por el gobierno austriaco, se encontró que el maíz transgénico disminuye la fertilidad y produce ejemplares más chicos.
“¿Quieres tener hijos enanos o convertirte en estéril? Entonces come transgénicos”, podría ser un aviso acorde con los alimentos transgénicos. Según un estudio dispuesto por el gobierno austriaco, se encontró que el maíz transgénico disminuye la fertilidad y produce ejemplares más chicos.
Los investigadores observaron que los ratones alimentados con maíz transgénico tuvieron menos crías y un menor índice de natalidad, por lo cual Greenpeace ha vuelto a pedir que se retiren del mercado todos cultivos transgénicos por constituir una amenaza para la salud humana.
Monsanto estaría alterando los resultados de estudios sobre transgénicos
Para los investigadores resulta extraño que la mayor parte de las investigaciones conducidas por compañías de biotecnología, como Monsanto, en lugar de laboratorios independientes.
Los protransgénicos alegan que la población de Estados Unidos ha estado consumiendo algunos tipos de alimentos transgénicos por una década y que ello es prueba de su inocuidad.
Pero el estudio promovido por los ministros de Agricultura y Salud de Austria, presentado por el doctor Jurgen Zentek, profesor de medicina veterinaria de la Universidad de Viena, en un seminario científico realizado el 11 de noviembre en Viena, demostró que los transgénicos afectaron la fertilidad de los ratones.
Zentek indicó que los transgénicos no sólo que afectan la fertilidad, sino que potencialmente pueden causar esterilidad y señaló que no está seguro de la clase de desastre que espera a la humanidad con los transgénicos.
“Jugar a la ruleta genética con nuestros cultivos alimenticios es como jugar con la ruleta rusa con los consumidores y con la salud pública”, agregó.
Estos estudios austriacos se realizaron con ratones de laboratorio, en los que se efectuaron pruebas de alimentación de larga duración con los roedores durante 20 semanas.
Uno de los estudios fue una prueba de reproducción continua en el cual la misma generación de padres procrearon varias camadas de ratones. Los padres fueron alimentados con una dieta conteniendo sólo un tercio de maíz transgénico de Monsanto, el MON 810 y otra variedad; además, una mezcla normal de comida.
Más enanos
El equipo investigador encontró cambios que fueron “significativamente importantes” en las tercera y cuarta camadas de estos ratones. Las camadas fueron más reducidas, pero también los ratones jóvenes resultaron más chicos.
Entre los roedores alimentados con transgénicos también se observó más hembras que no pudieron tener crías que en los ratones con dieta normal.
El profesor Zentek explicó que la relación entre los cambios evidenciados y la dieta transgénica fue evidente, lo cual fue publicado en Der Standard y otros medios de prensa austriacos.
Por su parte, las oficinas de prensa de Monsanto del Reino Unido y Estados Unidos guardaron un silencio sepulcral sobre este estudio, no realizaron absolutamente ningún comentario sobre estos hallazgos.
Monsanto estaría alterando los resultados de estudios sobre transgénicos
Para los investigadores resulta extraño que la mayor parte de las investigaciones conducidas por compañías de biotecnología, como Monsanto, en lugar de laboratorios independientes.
Los protransgénicos alegan que la población de Estados Unidos ha estado consumiendo algunos tipos de alimentos transgénicos por una década y que ello es prueba de su inocuidad.
Pero el estudio promovido por los ministros de Agricultura y Salud de Austria, presentado por el doctor Jurgen Zentek, profesor de medicina veterinaria de la Universidad de Viena, en un seminario científico realizado el 11 de noviembre en Viena, demostró que los transgénicos afectaron la fertilidad de los ratones.
Zentek indicó que los transgénicos no sólo que afectan la fertilidad, sino que potencialmente pueden causar esterilidad y señaló que no está seguro de la clase de desastre que espera a la humanidad con los transgénicos.
“Jugar a la ruleta genética con nuestros cultivos alimenticios es como jugar con la ruleta rusa con los consumidores y con la salud pública”, agregó.
Estos estudios austriacos se realizaron con ratones de laboratorio, en los que se efectuaron pruebas de alimentación de larga duración con los roedores durante 20 semanas.
Uno de los estudios fue una prueba de reproducción continua en el cual la misma generación de padres procrearon varias camadas de ratones. Los padres fueron alimentados con una dieta conteniendo sólo un tercio de maíz transgénico de Monsanto, el MON 810 y otra variedad; además, una mezcla normal de comida.
Más enanos
El equipo investigador encontró cambios que fueron “significativamente importantes” en las tercera y cuarta camadas de estos ratones. Las camadas fueron más reducidas, pero también los ratones jóvenes resultaron más chicos.
Entre los roedores alimentados con transgénicos también se observó más hembras que no pudieron tener crías que en los ratones con dieta normal.
El profesor Zentek explicó que la relación entre los cambios evidenciados y la dieta transgénica fue evidente, lo cual fue publicado en Der Standard y otros medios de prensa austriacos.
Por su parte, las oficinas de prensa de Monsanto del Reino Unido y Estados Unidos guardaron un silencio sepulcral sobre este estudio, no realizaron absolutamente ningún comentario sobre estos hallazgos.