Los infelices ven más televisión
Las personas infelices ven más televisión que el promedio de la gente, según un estudio de la Universidad de Maryland que será publicado en el número de diciembre de la revista Social Indicators Research.
Los investigadores analizaron datos de 30 años, entre 1975 y el 2006, que comprendieron a 30 mil adultos. De los resultados evidenciados, explicaron que la gente infeliz ve un 20% más de televisión que las personas que se consideran muy felices.
El trabajo de investigación se realizó sin descuidar aspectos que podrían deformar los resultados y se efectuó tomando en cuenta factores demográficos relacionados con la felicidad, como la educación, nivel de ingresos, edad, estado civil y otros indicadores demográficos.
La gente “muy feliz” pasa más tiempo leyendo y en relaciones sociales. John P.Robinson y Steven Martin, estudiosos responsables, indicaron que ver televisión puede contribuir a una felicidad del momento, pero que tiene efectos menos positivos a largo plazo.
Agregaron que no parece ser el caso que la TV satisfaga a la gente como lo hacen las relaciones sociales o la lectura de diarios, pero que podría tratarse de un refugio, en especial, cuando las noticias deprimentes, como las económicas, son malas.
La religión también trae felicidad
Los hallazgos también revelaron que las personas que se consideran “muy felices”, además de realizar mayor actividad social, también participaban en más servicios religiosos, votaban más y leían más diarios.
Entre los infelices, el 51% sentía que tenían mucho tiempo libre y el 35% sentían prisa. Es decir, tener tiempo y no saber qué hacer también está asociado a la infelicidad.
De este estudio se asocia el placer temporal y breve que produce la televisión a una adicción, pues las actividades adictivas producen placer momentáneo, pero a largo plazo producen sensación de miseria y arrepentimiento.
Las personas más vulnerables a la adicción son las que poseen menos habilidades sociales o personales. La TV funciona como una droga y no soluciona la infelicidad, sino que la prolonga.
Deterioro mental y social
Otros trabajos sobre la TV son más preocupantes, como los de M. Aronson, asocian la televisión a la aparición de la demencia.
Ya en la década de 1990 Giovani Sartori, cuando habló de lo que denominó el homo videns, advirtió que la televisión estaba contribuyendo a estimular las actividades instintivas del cerebro en desmedro de las más altas, lo cual lo corroboran después los estudios de imágenes cerebrales.
Un reciente estudio de la Universidad San Raffaele de Milán, indica el esfuerzo mental ayudaría a prevenir las consecuencias del mal de Alzheimer. La televisión, contrariamente, reduce el esfuerzo cerebral, pues la persona casi no imagina, los sonidos y las imágenes las impone la TV.