Caminatas campestres son buenas para el cerebro y el cuerpo
Un estudio de la Universidad de Michigan muestra que la “interacción con la naturaleza”, inclusive en invierno, mejora la memoria y la concentración.
El trabajo de investigación fue realizado con voluntarios que participaron de caminatas en la ciudad y el campo. Se observó que el rendimiento mental mejoró en un quinto en los caminantes campestres que andaban una hora. Lo interesante es que esta caminata, por el mismo tiempo, realizada en la ciudad no tuvo ningún efecto positivo en el cerebro.
Se determinó, mediante pruebas, que la memoria de corto plazo mejoró en un 20% en los caminantes campestres y nada en los caminantes de vías públicas.
Los estudiosos creen que el caminar en el campo produce un efecto restaurador porque permite desconectarse de la ciudad, mientras que la caminata en el tráfico de la ciudad demanda atención. Por tanto, un poco de naturaleza puede ayudar como cura de la fatiga mental.
Otro hallazgo curioso es que la memoria y la atención mejoraron también después de solamente mirar fotos de la naturaleza en lugar de fotos de edificaciones urbanas.
El estudio, publicado en la revista Psychological Science, concluye que es recomendable caminar, si no se puede en el campo, al menos en el parque de la ciudad, porque los efectos en la memoria y la atención son reales.