Un japonés de 34 años que comió sushi de pollo crudo se infectó con un parásito que por poco lo deja ciego, señala la revista BMJ Case Reports.
El individuo estaba sano y tras infectarse desarrolló crecimientos en sus pulmones e hígado a causa del parásito contraído al comer sasahimi de pollo, un tipo de sushi en el que la carne solo se chamusca en los bordes, no cocida, según un informe.
Después de ir al hospital quejándose de dolores de estómago durante diez días, los médicos diagnosticaron toxocariasis, una rara infección causada por parásitos de lombrices intestinales y que tiene el potencial de causar ceguera. Por suerte, el tratamiento logró su recuperación completa.
El caso fue tratado en el Hospital General Saiseikai de Fukuoka, al noreste de Nagasaki, en la isla sur de Kyushu, en Japón. Los escáneres revelaron cúmulos de células llamadas nódulos en el pecho del hombre y su hígado, mientras que los análisis de sangre mostraron un alto nivel de glóbulos blancos, que corresponde a una infección.
Estos parásitos pueden causar fiebre, dolor abdominal, anorexia e incluso ceguera si infectan los ojos.
Después del tratamiento con albendazol, los síntomas diaminuyweon y las lesiones del pulmón y del hígado desaparecieron.
Sashimi es un manjar japonés popular que consiste en carne fresca que se sirve sin cocinar: el pescado es más común, pero también se usan otras carnes.
Aunque el pescado se puede comer crudo y el filete de res es raro, el pollo crudo generalmente se considera peligroso porque es probable que contenga salmonela, una bacteria que causa intoxicaciones alimentarias potencialmente mortales.
Además de la salmonela, la carne cruda tiene el potencial de contener varios parásitos, incluido el gusano redondo que causa la toxocariasis.
Cómo se infecta la gente con toxocariasis
La infección por toxocariasis es rara. Puede causar fiebre, fatiga, pérdida de peso, dificultades para respirar, convulsiones o problemas de visión e incluso ceguera.
Los humanos pueden infectarse si los huevos del parásito penetran en el cuerpo después del contacto con tierra, arena o carne de animales o heces que los contienen.
Los huevos se mueven al intestino antes de eclosionar y liberar larvas que pueden viajar alrededor del cuerpo, pero no pueden convertirse en parásitos completamente desarrollados o propagarse entre las personas.
Para prevenir la infección, el NHS recomienda lavarse las manos con jabón y agua tibia después de tocar mascotas o entrar en contacto con arena o tierra.
Los gatos y perros domésticos también deben desparasitarse regularmente y sus heces deben desecharse inmediatamente.