¿Hay faenón en el Perú para obligar a vacunarse con Pfizer?
La Organización Mundial de la Salud autorizó el uso de emergencia la vacuna estadounidense Novavax contra el COVID-19, producto que debería comprar el Perú, pues por ser de fabricación de tipo convencional no produce efectos adversos graves como sucede con las vacunas basura: Pfizer, Moderna, AstraZeneca y Johnson & Johnson, que van desde várices y derrames cerebrales hasta miocarditis, infartos, inmunodeficiencia y muerte. Sólo en Australia hay más de 10 mil demandas pendientes por los efectos graves de estas vacunas entre los que sobrevivieron, sin contar los fallecidos.
Una buena vacuna no tiene por qué matar ni dejar discapacitados, por eso no se debe emplear los caldos peligrosos de Pfizer, Moderna, AstraZeneca y Johnson & Johnson, deben ser prohibidos.
El Perú debe centrarse en la inoculación con Sinopharm, que tenemos, y adquirir las convencionales sin efectos adversos graves que se comercializan en diversos países, además de Sinopharm: Novavax, Sinovac, Sputnik V, CoviVac, Soberana 02 y Abdala, aunque estas dos últimas cubanas tienen eficacia más baja, pero no causarán efectos graves.
Otra vacuna de este tipo convencional que estará disponible dentro de poco es la española Hipra, que debe merecer nuestra atención.
Los acuerdos para venta de Novavax ya se realizan desde febrero y la demora en los trámites de aprobación determinó que los países compren las disponibles, que no son recomendables. Los fabricantes dicen que los efectos adversos graves se dan en bajo porcentaje, y que los beneficios son mayores que los riesgos, pero no se sabe lo que sucederá con el organismo humano pasados los años.
A diferencia de las vacunas de ARNm de Moderna y Pfizer-BioNTech, Novavax usa una tecnología más antigua con nanopartículas hechas de proteínas de punta para evocar una respuesta inmune. También se puede almacenar y enviar a temperaturas de refrigeración normales, lo que aumenta su accesibilidad para más países.
En un ensayo en el que participaron unas 30.000 personas, la vacuna demostró una eficacia general del 90,4 por ciento, según los resultados publicados el miércoles en el New England Journal of Medicine. La eficacia de Novavax contra la enfermedad moderada o grave fue del 100 por ciento.
¿Qué pasa en el Perú, faenón o acción dictatorial del ministro de Salud?
La actuación del ministro de Salud Hernando Cevallos deja mucho que desear en esta pandemia y no se puede descartar que exista faenón por la forma dictatorial en que está obligando a vacunarse al impedir el ingreso a locales públicos y centros de trabajo a los no vacunados.
A diferencia de países como los Estados Unidos, donde el público escoge qué vacuna le ponen, este ministro no permite escoger y la gente se ve obligada a vacunarse con productos en los que no confía, como Pfizer, tras cuya aplicación cada día se conoce más que perecieron personas o sufrieron derrames cerebrales. Es una acción dictatorial que podría tener detrás un acto de corrupción, lo cual no debe sorprender dados los escándalos de corrupción en las más altas esferas de este gobierno. Debemos tener en cuenta también que la mayor parte de mèdicos del Colegio Médico han participado o participan directa o indirectamente en ensayos clínicos con transnacionales farmacéuticas, así como otros médicos que declaran con descaro en los medios sin mencionar estos conflictos de intereses.
Además, si la ciencia nos dice que los vacunados también contagian y se contagian, no se debe prohibir el ingreso de no vacunados a locales públicos, sino mantener las medidas sanitarias de distancia social y mascarillas.
Mucha gente exige la vacuna Sinopharm y se la niegan, esto no se debe permitir más. ¿Qué hace la Defensoría, duerme?
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