Un estudio realizado por la Escuela de Medicina de Harvard en Boston señala que las mujeres que bebían uno o más refrescos azucarados al día tenían un 85% más de probabilidades de desarrollar cáncer de hígado en ese tiempo en comparación con las que consumían menos de una a la semana.
Se analizó a unas 100 mil mujeres estadounidenses mayores de 50 años, con seguimiento durante más de 20 años.
Quienes bebían a diario las gaseosas también tenían un 68% más de probabilidades de morir de una enfermedad hepática que los que bebían tres o menos al mes. Sin embargo, los investigadores señalan que el riesgo general de muerte aún era muy bajo, con solo alrededor de 150 muertes por la enfermedad en el ensayo.
No se observó correlación entre el cáncer de hígado y los que bebían bebidas endulzadas artificialmente, a pesar de las preocupaciones recientes de que el popular edulcorante aspartame podría estar relacionado con la formación de tumores.
Las bebidas con alto contenido de azúcar a menudo tienen un alto contenido de calorías y aumentan el riesgo de obesidad, que en sí mismo es un factor de riesgo para el cáncer y la enfermedad hepática.
La descarga masiva de azúcar también puede provocar resistencia a la insulina y diabetes tipo 2, lo que aumenta el riesgo de enfermedad del hígado graso no alcohólico.
El estudio siguió a 98 786 mujeres posmenopáusicas de 50 a 79 años que se habían inscrito en la Iniciativa de Salud de la Mujer de 1993 a 1998 en 40 centros clínicos en los EE. UU. Fueron seguidas hasta el 1 de marzo de 2020.
Alrededor del 6,8% de las mujeres informaron consumir una o más porciones de bebidas endulzadas con azúcar todos los días, mientras que el 13,1% bebía una o más bebidas endulzadas artificialmente al día.
Los resultados del estudio se dieron en 'años-persona', una medida que comprende tanto el número de personas en el estudio como la cantidad de tiempo que cada persona pasa en el estudio.
El estudio encontró que las tasas de cáncer de hígado ascendieron a 18 por 100 000 años-persona en mujeres que consumían una o más bebidas azucaradas al día, pero menos de 10,3 por 100 000 años-persona en mujeres que consumían tres o menos al mes.
También se encontró que las tasas de muertes por enfermedad hepática crónica eran de 17,7 por 100 000 años-persona en mujeres que bebían una o más bebidas azucaradas por día, pero de 7,1 por 100 000 años-persona en aquellas que bebían tres o menos por mes.
No se encontró que las diferencias en la ingesta de bebidas endulzadas artificialmente estuvieran significativamente asociadas con la mortalidad por enfermedad hepática crónica.
El estudio, publicado en la revista Jama Network Open, dice que en comparación con tres o menos bebidas azucaradas por mes, consumir una o más bebidas azucaradas por día se asoció con una incidencia significativamente mayor de cáncer de hígado y muerte por enfermedades crónicas.
Los autores agregaron que, aunque su estudio no pudo identificar la forma en que el consumo de bebidas azucaradas se asoció con la enfermedad hepática, algunas “vías potenciales” incluían obesidad, aumentos significativos en la glucosa en sangre y una acumulación de grasa alrededor del hígado.
Otros estudios encontraron que los colorantes de la Coca-Cola son cancerígenos. Los que usan el color amarillo también, por el contenido de tartrazina, mientras que en las gaseosas con sabor a naranja se encontró 300 veces más pesticida que el permitido.
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