Fármaco para la presión mejoraría intelecto en niños con síndrome de Down


Científicos de la universidad de Stanford indican que un fármaco que se emplea para controlar la presión arterial puede mejorar el rendimiento escolar en los niños con síndrome de Down y mejorar sus habilidades mentales.


El estudio, publicado en la revista Science Translational Medicine, produjo ratones que nacieron con males similares al síndrome de Down, en los cuales se determinó que las células cerebrales presentaban niveles más bajos de norepinefrina.

El equipo administró fármacos para probar su efectividad en las habilidades mentales de los roedores y el fármaco Droxidopa, empleado en el lejano Oriente para controlar la presión arterial, produjo mejoras en las habilidades mentales de los ratones, los cuales pasaron a tener rendimientos normales y cuasi normales en memoria y aprendizaje, hecho que, para sorpresa de los estudiosos, también se produjo en los ejemplares adultos.

Los estudiosos indican si el fármaco se da durante la infancia podría mejorar el rendimiento escolar, pero se necesitan más ensayos cuyas conclusiones podrían tardar una década. Ellos creen que en la adultez el fármaco podría prevenir o disminuir el declive mental que lleva a la demencia, propio del síndrome de Down.

Pese a que la prueba se realizó en ratones, pero no en humanos, los científicos creen que se ha abierto un futuro esperanzador para millones de personas que padecen el síndrome, lo cual podría mejorar su calidad de vida y podría reducir el número de abortos de niños con este mal. Por otro lado, podría resultar eficaz contra el mal de Alzheimer.

Los avances en el tratamiento del síndrome de Down han aumentado la expectativa de vida de quienes padecen este mal a unos 60 años. El síndrome, que se produce cuando un feto recibe un cromosoma extra, condición denominada trisomía del par 21 de cromosomas, es caracterizado por el rostro con aspecto asiático, puede presentarse en formas desde leves a severas, que incluyen problemas cardiacos, desórdenes digestivos y problemas de audición y visión y hasta ahora no se había podido desarrollar fármacos para revertir las deficiencias intelectuales.